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Aquel día hasta incluso el clima parecía estar acorde al acontecimiento que se celebraba; Magaelle, Daemon y Jacaerys habían podido sobrevolar poniente sin complicación alguna, y para sorpresa de todos Vicerys I, el rey, les estaba esperando de pi...

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Aquel día hasta incluso el clima parecía estar acorde al acontecimiento que se celebraba; Magaelle, Daemon y Jacaerys habían podido sobrevolar poniente sin complicación alguna, y para sorpresa de todos Vicerys I, el rey, les estaba esperando de pie junto a su trono pese a su estado deplorable.

Fue el mismo quien llevó a cabo la ceremonia formal frente a la corte e incluso se le veía lo suficientemente animado como para disfrutar del torneo y el banquete que había propuesto para dar la bienvenida a Magaelle como miembro de la familia real.
Le sorprendió ver a la joven tras tantos años, la única vez que le había tenido el placer de dar con ella había sido en uno de los tantos vuelos de Daemon por el reino, para ese entonces Magaelle era una niña de unos ochos años a la cual le encantaba divertirse metiendo gatos en los cuartos de las septas sabiendo que ellas les tenían pánico.
En esa misma semana Magaelle también se deslizó en la Torre de la Espada Blanca, robó todas las capas blancas de la Guardia Real que pudo encontrar y las tiñó de rosa.
Algo que causó gracia y removió sentimientos juveniles en el Rey, desde ese momento notó que la sangre de Daemon corría por las venas de la criatura.

—Bienvenida a la corte princesa —La reina consorte proporcionó una sonrisa forzada hacia la rubia quien mantenía su mueca seria —Espero que su estadía sea agradable.

—Gracias majestad, me aseguraré de ello —Su rostro apenas se movió para curvar su labio apenas hacia arriba, así y todo parecía como si se estuviese burlando de Alicent, más la reina consorte no podía perder los estribos.

—Sin duda alguna eres la imagen viva de tu padre —Su tono de voz sigue siendo agrio, para ese entonces Daemon sonreía orgulloso mientras se le acercaba por detrás.

—Le sorprendería lo mucho que Magaelle se me parece —Aunque la voz de Daemon denotaba orgullo las mujeres pudieron percibir la amenaza en aquel comentario.

—Puedo imaginarlo —Alicent se abstuvo de mirarles, eran intimidantes.
Para su suerte fue su hija quien disipó la tensión entre los tres.

—Princesa —Helaena reverenció a Magaelle con un pequeño movimiento de cabeza, la rubia le imitó.

—Princesa.

— ¿Por que no le enseñas el jardín a Magaelle? Estoy segura de que le agradarán las flores de temporada —La castaña envolvió el brazo de su hija evitando el contacto visual con la nueva princesa.

—Por supuesto —Helaena extendió el brazo en dirección a su prima.

La inocencia de Helaena era algo exasperante para Magaelle, Helaena parecía siempre tener la mente más allá del muro, en aquella tarde le había visto varias veces observar detenidamente un punto sin sentido a la distancia.
Era como una niña atrapada en el cuerpo de una adulta.

Una niña muy extraña.

Más Magaelle expresó una mueca simpática que la otra joven recibió con una leve sonrisa y tomó su brazo.

Princesa Bastarda [Aemond Targaryen] Where stories live. Discover now