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Las alertas de Magaelle disparan cuando oye que la cerradura de sus aposentos es bloqueada

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Las alertas de Magaelle disparan cuando oye que la cerradura de sus aposentos es bloqueada.

Se encuentra sola ya que Aemond ha salido con Vhagar esa misma mañana rumbo a aguasdulces en busca de una unión de compromiso entre Belaerys y una de las hijas Elmo Tully a fin de conseguir su apoyo para la corona mientras que el susodicho se encontraba en los aposentos de Helaena cuyas criadas estaban leyéndole cuentos a los niños.
Aemond creía que si prometía al pequeño príncipe de cabellos dorados lord Tully con una de sus hijas se rendiría más fácilmente a sus pies ya que su hijo era un infante encantador, no dicho por él, sino por todos quienes le rodeaban.
Belaerys solía reírse fácilmente y le gustaba observar a las personas de su alrededor con mucha dedicación, muchas fuentes aseguraban que era el bebe más bello que hubiesen visto nunca, la belleza y el encanto de los hijos de Alysanne y Jaehaerys Targaryen no le llegaba siquiera a las rodillas.

Magaelle no estaba de todo conforme con aquello, pero a juzgar por el tiempo que Aemond le dedicaba a su bebe en aquellos meses él tenía sumo derecho de hacer lo que considerase mejor para su hijo ya que le estaba criando a su imagen y semejanza.

La joven forcejea la puerta pero no logra abrirla, los gritos tampoco funcionan ya que después de proporcionar varios alaridos llega a la conclusión que no hay nadie del otro lado.
Toma una daga que guarda bajo sus ropas y arroja al suelo un jarrón antiguo que se hace añicos apenas toca el suelo, lo único que puede rescatar de él es una parte metálica que puede moldear con facilidad y que le ayuda a abrir la cerradura con éxito.

Aquello era algo que había aprendido unas tantas noches en el castillo cuando le encerraban para que no pudiese molestar a las septas ni robar pastelitos de las cocinas. Veía que las cerraduras no habían cambiado en absoluto.

La rubia comienza a correr desorientada a lo largo de varios pasillos, observa con detenimiento las esquinas y sigue corriendo.
No se espera para nada chocarse frente a entre con dos hombres fornidos que van con prisa en la dirección contraria, al analizarles se encuentra con una de las imágenes más horrorosa que apreciara en ese día: Uno de ellos sostiene la cabeza mutilada de Jaehaerys Targaryen, el hijo de Aegon II y Helaena.

— ¿Pero que han hecho? —Pronuncia con Asco mientras toma el cuchillo que llevaba bajo su manga.
Aunque los hombres le doblasen la altura ella estaba dispuesta a batirles en duelo.

Pero aquel hombre pronuncia las palabras que Magaelle hubiese preferido no escuchar jamás:
—Orden de su padre MiLady —Ríe divertido mientras alza la cabeza del príncipe en su mano.

Magaelle no lo piensa dos veces, cierra sus ojos con fuerza para no ver al infante y arremete contra él, más le tira al suelo de un golpe seco.

—No tenemos permitido hacerle daño princesa —Vuelve a reír con descaro; el otro hombre parece inquieto.

—Se nos acaba el tiempo.

Magaelle se mueve con brusquedad, clava el cuchillo en la rodilla del primero haciendo que se retuerza de dolor. En cuanto tiene oportunidad le incrusta la daga en el ojo y mientras aquel hombre se retuerce de dolor ella atenta contra su oponente quien es menos delicado y le toma por el cabello arrastrándole un par de metros para soltarle de un golpe seco.

El hombre saca una navaja pequeña que incrusta profundamente en el muslo de la joven a fin de que no pueda seguirle, toma la cabeza de Jaehaerys por la cual canjeará su recompensa y se desaparece corriendo.

Magaelle se arrastra hasta el hombre moribundo que se encuentra en el suelo y con furia clava sus pulgares huesudos en sus ojos hasta que hace que se revienten.
Cegada por la furia toma su propio cuchillo y comienza a mutilar su rostro con ferocidad pese a que el hombre ya no se encuentra con vida.

Le cuesta reponerse y más aún ponerse de pie, pero eso no evita que lo haga.
Cubierta de sangre se desplaza con ayuda de las paredes hasta la recámara de Helaena donde su corazón se rompe en mil pedazos cuando ve el cuerpo de su propio hijo en el suelo y con las ropas cubiertas de sangre junto al cadaver decapitado del príncipe de seis años.

Se recarga contra una pared y de los nervios termina por vomitar, intenta dar pasos en dirección a Helaena quien se encuentra en el suelo abrazando a su pequeño pero su vista se nubla y no logra coordinar el equilibrio.

Cae de rodillas y gatea hasta que esta cerca del cuerpo de su pequeña criatura, con los dedos temblorosos le envuelve en su pecho y le estruja mientras llora amargamente llenándose aún más de sangre.
Vuelve a marearse, se siente como si de repente ya no tuviese los pies sobre el suelo.
Siente como si el oxígeno abandonase sus pulmones.

Han matado a sangre fría a su pequeño bebé inocente.

Con el cadaver aún entre sus brazos se arrastra hasta donde Helaena solloza espasmodicamente y le abraza más la misma rechaza su tacto al instante.

— ¡NO ME TOQUES! —Grita con los ojos inyectados en sangre y el rostro hinchado como un tomate — ¡LARGO! —Con un brazo empuja a la joven — ¡TODOS! ¡VÁYANSE!

En ese momento pone su vista sobre los otros dos niños que aún se encontraban en la habitación, Maelor, el más pequeño, berreaba sin parar mientras que Jaehaera solo se mantenía de pie y miraba la escena del crimen sin decir nada.
Magaelle se obligo a tomar valor, inhalo hondo y con ayuda de una de las paredes se puso de pie, camino despacio hasta dejar el cuerpo inerte sobre la cama y depósito un delicado beso en su frente.

Tomó a Maelor del suelo y extendió una mano que Jaehaera la cual agarró rápidamente sin dudarlo.

Salió de aquella habitación con las manos completamente manchadas con la sangre de su hijo mutilado y sus pupilas transformadas en rendijas, ya no era la mirada de un humano, era la mirada de un dragón sediento de sangre.

Salió de aquella habitación con las manos completamente manchadas con la sangre de su hijo mutilado y sus pupilas transformadas en rendijas, ya no era la mirada de un humano, era la mirada de un dragón sediento de sangre

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BUENO
No me odien ni me maten 🤭

Es un mal necesario, les juro.
Necesitamos ver al verdadero dragón (Ya van a ver de qué hablo).

Les cuento que ya llegamos a 40K de leídas dioooooooos, que honor.

Y paso a explicar por que en mi novela se dio la muerte de dos niños en vez de uno por que dudo aclararlo en la novela: "Un dragón por un dragón, un hijo por un hijo". A libre interpretación para mayor placer 🙂.

No olvidemos que la sociopatia era algo común en los Targaryen debido a la endogamia y los padres de Daemon eran, para peor, hermanos.

EN TIKTOK LES DEJE UN SPOILER PUES... 🤭
El usuario es: YoungMadeon_ ❤️

Nada voten y comenten como siempre.
Y hoy quiero editar para TikTok así que no va a haber capi nocturno peeeeero, nos vemos mañana 🤩.

Princesa Bastarda [Aemond Targaryen] Where stories live. Discover now