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Aegon estaba fervientemente convencido de que la causa de su hermana Rhaenyra no tenía posibilidad alguna frente a la suya, pero a raíz de la pérdida de la fortaleza de Harrenhal comenzaba a sentirse algo expuesto

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Aegon estaba fervientemente convencido de que la causa de su hermana Rhaenyra no tenía posibilidad alguna frente a la suya, pero a raíz de la pérdida de la fortaleza de Harrenhal comenzaba a sentirse algo expuesto.
A ello se le sumaban las derrotas de Molino Ardiente y Seto de Piedra, eso junto al hecho de que los señores del norte se habían declarado a favor de su hermana (Costayne de las Tres Torrres, Lord Mullendore de Tierras altas, Lord Tarly de Colina Cuerno, Lowan de Sotodeoro y Lord Grimm de escudo gris) dejaban ver qué la posición de Aegon peligraba.
El valle, puerto blanco e invernalia, los Blackwood y el resto de los señores de las tierras de los ríos habían acudido en masa a Harrenhal para congregarse bajo los estandartes de Daemon.

Mientras aquello sucedía Luceryon Targaryen nacia el séptimo día de la séptima luna del año lo cual los septones lo catalogaron como un felicísimo augurio.

El nuevo príncipe, hijo de Magaelle y Aemond Targaryen, no era ni tan grande ni tan cautivador como lo había sido su hermano Belaerys al nacer, pero de igual modo era un bebé precioso de cabello platino y relucientes ojos azul celeste muy similares a los de su padre.
A diferencia de su hermano fallecido Luceryon es observador y no se ríe con facilidad, a veces las criadas suelen decir que resulta un bebe malhumorado.
Pero de igual forma sus padres le aman y le protegen ya que ocupa el lugar más preciado e importante de sus vidas.

Magaelle le había llamado bajo el nombre de Luceryon a modo de honrar a su primo Lucerys pero sin resultarle importancia a su nombre que quedaría inmortalizado en la historia.

Pese a la pérdida de su primogénito la pareja comenzaba a sentirse feliz y a gusto con sus tres príncipes: Jaehaera, quien era de mudas palabras, Maelor, que no paraba de revolotear por todo el castillo y Luceryon, el príncipe que parecía prometedor.

—El príncipe Aemond ya está aquí princesa —Anuncia su criada luego de ser anunciada por su guardia juramentado — ¿Quiere que lleve a los niños al jardín?

Magaelle se pone de pie con su daga entre las manos para negar con la cabeza.

—No Obara, gracias —Niega de forma cortes —Dejare que los príncipes le den la bienvenida a Aemond antes de la cena.

—Si princesa —Tras hacer una reverencia desaparece tras la puerta.

Magaelle va en busca de los niños antes de ir al encuentro con su esposo, los encuentra en su habitación, cada uno concentrado en un cometido distinto, mientras que Jaehaera está intentando, o mejor dicho atacando, un telar, Maelor pretende de forma fallida que Luceryon tome una crayola.

—Aemond esta aquí —Comenta a sus niños, la pequeña, quien comienza poco a poco a poner sus pies sobre la tierra le observa curiosa al igual que su hermano Maelor —Puedes adelantarte —Le indica a la niña quien ya se ha puesto de pie y está dispuesta a salir corriendo —Ahora ustedes —Se inclina para levantar a su hijo del suelo y entrelaza su mano libre con la de Maelor —Vienen conmigo.

Princesa Bastarda [Aemond Targaryen] Where stories live. Discover now