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—Se va a poner bien —Afirma el niño clavando los ojos en su padre —Mi madre es fuerte.

—Si lo es —Murmura el hombre mientras acaricia la cabeza de su pequeño —Deberías haberle visto —Traga saliva —Parecía toda una guerrera.

— ¿Y aún así temiste perderle? —Se muerde el labio riendo —Pareciera que aún no le conoces —Luceryon termina por soltar la carcajada que estaba reprimiendo y aquello provocó que Aemond soltase un suspiro risueño —Ella estaba dispuesta a morir para salvarte —Sus ojos se clavan en la mirada de su padre —Ella nos ama, a todos, pero a ti más que a nadie.

—Es cierto...

Aemond analiza las palabras del niño con detenimiento mientras el corazón se le estrujaba, Magaelle siempre había tenido razón, una bruja no protegería a su familia, no, ella misma se encargaba de eso. Cuidaba de sus hijos, de sus dragones y habría sido capaz de dar la vida por su propio esposo sin dudarlo siguiera un segundo.
Todos los días, al verle, Aemond volvía a sentirse como si recién le conociese, Magaelle provocaba eso, a pesar de que los años el no dejaba de enamorarse una y otra vez, el verle no dejaba de erizarle cada centímetro de la piel; pese a que no era la adolescente por la cual se había sentido atraído por primera vez, se había convertido, sin ir más lejos, en la mujer que él esperaba tener a su lado, no solo por sus intereses, sino por que tenia a alguien que le cuidase la espalda.

Aemond sonrió sin darse cuenta, lo tenia todo.
Ya no necesitaba buscar nada más.

— ¿Que?
Pregunta Luceryon al observarle durante segundos sin decir nada.

El rubio sale de su trance para pasar un brazo por los hombros de su niño.
—Cierro los ojos y creces diez años, eso es todo —Suelta, aunque su hijo entrecierra los ojos en una mueca disgustada.

—Alguien tiene que ser el adulto ¿No? —Se cruza de brazos —Imagina que no estuviese aquí, estarías lloriqueando como Eraenys —Aemond reprime una carcajada que hace sonreír a Luceryon.

—Que niño tan ocurrente —La voz de Rhaenyra en la puerta llama la atención de ambos, el mayor se dispone a ponerse de pie con avidez — ¿Estás dispuesto para hablar?

—Ve con tus hermanas, esto nos incumbe solo a los adultos —Explica a su hijo.

— ¿No que crezco cada que pestañeas?

—Luceryon también puede quedarse a oír y opinar sobre lo que tengo para decir —Permite la mujer, el asiente con un movimiento de cabeza.

[...]

Magaelle abre los ojos con delicadeza y se toma un momento para que sus pupilas se acostumbren a la luz, al principio no logra distinguir más que sobras pero luego de unos segundos observando a su alrededor el brillo comienza a desaparecer y poco a poco va recobrando los sentidos.

—Buenos días milady —Una voz se cuela por sus oídos.

Suspira al reconocer su voz y busca su mano con debilidad, el joven se acomoda a su lado en la cama y ella se esconde en su pecho antes de comenzar a sollozar.

—Mi Aemond —Gimotea mientras él besa su cabeza —Pensé que ibas a morir.

—Yo también —Susurra —Pero me salvaste —Pronuncia con delicadeza —Y casi te pierdo por eso.

—Mi padre está muerto —Al pestañear sus lagrimas re resbalan por las mejillas, una punzada le recorre el corazón al recordarle.

No había ni una pizca de miedo en los ojos de Daemon Targaryen, en cambio no podemos decir lo mismo de Magaelle, aquello era lo que les diferenciaba, todos podían afirmar con exactitud que ambos eran un espejo del otro, y en muchos sentidos así era, pero Magaelle era más humana de lo que Daemon era, él era el verdadero dragón, lo había visto en sus ojos aquella noche cuando el miedo no le abandonó en ningún momento.

—Lo está.

— ¿Y por qué estamos aquí? —Pregunta ella observando su alrededor, evidentemente son sus aposentos en desembarco del rey.

—Por que todo ha terminado para nosotros —Inhala — Pese a lo que sucedió, Rhaenyra nos ha brindado via libre —Explica —Hicimos un pacto —Reconoce.

— ¿Un pacto? ¿De que? —Intenta incorporarse aunque siente su cuerpo flaquear.

—Tendremos riquezas, una fortaleza en las ciudades libres y podemos llevarnos a Vhagar si juramos nunca regresar —Carraspea —Si volvemos a poner un pie en poniente seremos acribillados junto a nuestros hijos, sino podremos vivir en paz.

— ¿Y Helaena? ¿Tú madre? —Se atreve a preguntar —Aegon...

—Serán entregadas a las hermanas de la Fe como devotas —Asiente el —Y mis hermanos tendrán que negociar su propia paz.

—Pero...

—No me importan Elle —Pronuncia severo —Cuando estabas en el aire... Danzando contra Daemon —Inhala —Cuando te vi caer en picada —Frunce los labios mirándole con los ojos aguados —Pensé que te perdería para siempre —Sus lágrimas caen mientras la joven le observa con sorpresa mientras pone una mano sobre su rostro —Y no quiero volver a sentir eso nunca más —Apoya su mano sobre la de ella —El que Daemon este muerto no ha traído paz a mi corazón —Admite —Aun siento remordimiento —Susurra, los dedos de su esposa limpian sus lágrimas —Pero quiero tranquilidad para ustedes, mi familia —Traga saliva —No quiero sentir que les perderé si me descuido —Niega con su cabeza —Nunca mas —Sus cuerpos se funden en un abrazo —Que mis hermanos busquen redención por su cuenta —Pronuncia altivo —Hice demasiadas cosas por ellos que me llevaron a perder a mi hijo y casi a mi esposa.

Ella asiente despacio mientras le observa.
— ¿Donde está Luceryon y las niñas?

—Luceryon está en el jardín con sus primos Aegon y Viserys —Explica —Eraenys, Vhaelyra y Rhaenerys con las criadas —Manifiesta —Y Jaehaera... —Su vista se desvía hacia un sofá donde la jovencita se encuentra dormitando —Se ha pasado los últimos días sin separarse de ti —Magaelle intenta levantarse pero él pone una mano sobre su hombro obligándola a volver a la cama —Aún debes descansar.

—Estoy bien —Afirma costosamente —Quiero hacerlo —Lo observa directamente, sus ojos brillan ante la idea —Salir de aquí.

—Recuéstate —Ordena con delicadeza —Y te prometo que cuando te encuentres mejor de ese modo será —Le sonríe —Solo tu, yo y nuestros niños, por siempre.

—Recuéstate —Ordena con delicadeza —Y te prometo que cuando te encuentres mejor de ese modo será —Le sonríe —Solo tu, yo y nuestros niños, por siempre

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AY DIOOOOOOOOOOS,
Nos queda solo un capítulo I CANT.

Ay Jesús que hermoso fue escribir todo esto en serio.

Quiero aclarar una cosa, se que muchos se van a preguntar por qué Rhaenyra dejo tan libremente la vía libre a Aemond y Magaelle después de asesinaron a su esposo.
Paso a explicar algo que no se vio tanto en la novela pero si si varios indicios, Daemon se estaba volviendo algo trastornado con el tema trono de hierro (Ya vimos en la serie que era su mayor ambición) y por ello él estaba dispuesto a mantener su posición A CUALQUIER COSTO (Lo vimos cuando agarra del cuello a Rhaenyra en el último capítulo), de algún modo la muerte de Daemon hizo un favor a la monarca que quiere reinar en paz después de tanta sangre derramada, por eso también le da la posibilidad a Aegon y Daeron de ir al muro, y por eso dejo que Aemond se despojara a el y a su esposa de sus títulos a cambio de que ya no pudiesen pisar Poniente.

Aclarado eso me voy a llorar escribiendo el último capítulo 🥹.

Recuerden que también tengo otra novela sobre Aemond (Y Jace y Aegon) en el perfil llamada Sunflower 🤭.

Princesa Bastarda [Aemond Targaryen] Where stories live. Discover now