Princesa Bastarda [Aemond Targaryen]

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Y así fue como Aemond el Tuerto, el matasangre, se hizo con la corona de hierro y rubíes de Aegon el conquistador, y de pie a su lado, su princesa bastarda, Magaelle Targaryen se convertía en su consejera oficial.
Pero Aemond no se había hecho llamar rey puesto que Aegon aún vivía, sino que ambos habían asumido el título de protectores del reino y príncipes gerentes.
Aquello provisoriamente ya que, además, se le había nombrado a Aemond como príncipe heredero si algo sucedía con Aegon, se le había entregado el cargo bajo la promesa de que, a su vez, su heredero sería su sobrino Maelor.

Mientras Magaelle se eyectaba en traer a Fuegosol a la capital donde la mantendría a salvo en Aguasmil, Aemond nombra a Criston Cole como su mano despojando del puesto a Otto Hightower.

—Te queda mejor que a él —Admite Luceryon viendo la reluciente corona que adornaba la cabeza de su padre.

— ¿Tu crees?
Pregunta el rubio sentado cómodamente sobre el trono de hierro.

—Evita decir esas cosas Luceryon —Reprocha su joven madre a la vez en la que observaba fulminante a Aemond por avalar su comentario.

—Pero es la verdad madre —Se encoge de hombros —Esta en mi deber como consejero decir la verdad ¿No?

Magaelle suspira pesadamente, su hijo es tan ocurrente.

—Suficientes consejos por hoy consejero de los sapos —Suelta burlonamente su madre mientras pone ambas manos sobre sus hombros —Ve a divertirte sin molestar a ningún adulto.

Ella alza una ceja mientras le ve alejarse resignado, Luceryon sabía que la palabra de su madre era la ley y no podría ir contra ella por más que lo intentase.
Una vez completamente solos Aemond estira su brazo esperando que Magaelle tome su mano para hacer que se siente sobre su regazo.

— ¿Fue una buena decisión permitir que se quede? Temo que sus travesuras o su lengua ocurrente le metan en problemas —Aemond reposa su cabeza sobre el pecho de su esposa quien acaricia sus cabellos con ligereza.

—Tendrá que aprender a comportarse, eso es todo —Asegura la joven.

Por un momento se miran en silencio, ambos adoran el fuego que se enciende en su interior cuando se observan a una distancia reducida, la tensión que cada vez va incrementándose, el deseo de compartir un beso, una caricia... Sus cuerpos desnudos rozándose.

Aemond toma a Magaelle de la cintura colocándole a horcajadas sobre él, con delicadeza besa su cuello mientras deshace las ataduras de su vestido para besar sus pechos. Aquella fantasía les enciende a ambos.
El príncipe tuerto desabotona su pantalón para dejar que su miembro se introduzca en su esposa, con leves movimientos Magaelle empieza a montar al rubio quien no puede evitar soltar suspiros y algún que otro gemido grave.

Ambos están por alcanzar el climax cuando los sollozos llegan a sus oídos, Magaelle llega a voltearse a tiempo para ver cómo su hija Eraenys desaparecía corriendo sumida en llanto.
Con un resoplido Aemond acomodo las ropas de su princesa aún sentada sobre el.

— ¿Aún le queremos? —Pregunta con extenuación, Magaelle alza una ceja.

—Aun le queremos —Suspira —Y esta vez te toca a ti.

Para Aemond era difícil hablar con sus hijas, muchas veces no comprendía a Eraenys, Vhaelyra era caprichosa y demandante, Rhaenerys apenas emitía palabras y Jaehaera solo emitía conversación cuando quería. Y hablaba de su sobrina como si fuese su hija por que así lo consideraba.

Pero sin duda alguna prefería luchar por entender los balbuceos de Rhaenerys o soportar a Vhaelyra mandoneando a las criadas por su peinado que tener una charla de sexo con Eraenys.

— ¡Eso es asqueroso! ¡Y sucio! ¡No deberían hacerlo cuando hay niños en el castillo! —Chillo la niña mientras caminaba de un lado a otro de sus aposentos mientras que su padre le miraba reposado sobre la pared.

—Querida siempre hay niños en el castillo —Suspira evidente y se acerca a ella despacio —Eraenys el sexo tendrá que dejar de ser tabú para ti en pocos años —Suelta —Cuando te cases...
Se detiene cuando su hija rompe en llanto.

— ¡Apenas soy una niña! ¡Nadie insertará su pene en mi vagina nunca! ¿Lo oíste? —Lo mira directamente con sus ojos inyectados en sangre — ¡Júralo!

—Eraenys...

—JÚRALO AEMOND, JÚRALO.

— ¡Lo juro! ¡Lo juro! —Aemond alza sus manos a modo de rendición.

Amaba a sus hijos pero a veces deseaba que dejasen de crecer tan rápido, o al menos que dejasen de incorporar palabras a su dialecto.

—Jura también que dejaran de hacerlo —Aemond ríe divertido.

—No puedo jurar eso, necesitamos del sexo para poder engendrar más niños.

— ¿Más? Pensé que se detendrían conmigo, pero luego vino Vhaelyra ¡y luego Rhaenerys! —Chilla la rubia —Papa... Somos cuatro sin contar a Jaehaera y a Maelor —Pone ambas manos en su cintura con desespero —Pero Vhaelyra y su mal genio cuentan por dos ¿Que tal si el próximo es como ella?

—Con mucha suerte el próximo será un niño —Confiesa.

— ¿Habrá próximo? —Vuelve a alzar la voz.

—Aún es una sorpresa para el resto, procura mantener la boca cerrada —Le exige a su hija.

— ¿Y luego se van a detener?

—Yo supongo que...

— ¿Supones? —Pregunta su hija indignada —Me volveré loca, sin duda alguna, me volveré loca —Tira de sus cabellos y de pronto rompe en llanto nuevamente — ¿Y si nuestra madre muere?

Aemond que está a punto del desborde se acerca lentamente a su hija.

—Nadie va a morir Eraenys.

— ¿Lo ves? —Pregunta llorosa —Jamás me obligues a casarme —Solloza —Si alguien inserta su pene en mi vagina podría morir.

Holiiiis,
Aemond Coronado okkkkkk.

Y en multimedia Eraenys, apodada la princesa de los llantos por que... Bueno ya vieron el por que 🫣.

NADA ME ENCANTO ESTE CAPÍTULO, espero que a ustedes también, siento que tiene una esencia re linda corte Aemond como rey regente, Valeryon con sus consejos, nuestra pareja favorita teniendo relaciones en el trono de hierro, la frutilla del postre que es Aemond hablando a su hija sobre ESOS temas.
Siento que realmente es EL capitulo.

Así que espero que lo disfruten tanto como yo y ahora me voy a actualizar también sunflower 🤭.

Gracias por los 130K diossssss, los amo!