11

11.1K 1K 42
                                    

Interpretación:

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Interpretación:

"Vicerys está muerto, y Alicent coronará a Aegon en una luna y diez noches.
Mi lealtad sigue siendo para con mi familia aunque lo más certero ahora es que contraiga matrimonio con Aemond para estar a salvo, si muero no seré capaz de ayudar a nadie.

Cuervo Rojo"

Había escrito Magaelle forzando la letra para que no se pareciera a la suya.
Iba especialmente dirigida a su padre quien sabría interpretar a la perfección lo que su hija quería decirle, después de todo él mismo le había enseñado a codificar sus cartas.

Aquella noche Magaelle y Aemond profesaron sus votos frente a una audiencia privada, entre ellos se encontraban Alicent, su padre y sus hijos Aegon y Helaena, quien al parecer era la única en disfrutar de la ceremonia.

El príncipe tuerto bien sabía que aunque Magaelle lo ocultase se sentía algo afligida por la falta de su familia en ese momento por lo que se encargó de divertir a su prometida durante el tiempo que duró aquel despliegue. Incluso también durante la cena que parecía ser algo tensa.
Él se aseguró de hacer reír a Magaelle cada vez que le veía observar el suelo como si se estuviese acordando de algo, el jugaba con sus dedos, con sus gestos o incluso le lanzaba sonrisas lobunas que no agradaban nada a los presentes, pero a él no le importaban las caras largas a su alrededor, le importaba que su esposa encontrase en él un lugar seguro.

—Se que no fue una boda digna de una princesa —Comentó Aemond acariciando su rostro una vez que ambos se retiraron a sus aposentos, el que compartían puesto que ya no tenían el deber de dormir separados —Y que aunque no lo digas estás deseando volver a ver a tu familia —Le besa suavemente en los labios —Pero pronto las cosas cambiarán para nosotros —Asegura y rodea la minúscula anatomía de su, ahora, esposa —Por cierto te ves preciosa esta noche —Susurra mientras acaricia suavemente su cabello —Eres mi familia ahora Magaelle —Susurra.

Ella le mira fijamente, es aquella mirada que embeleso al príncipe desde un primer momento.
Las personas no solían mirar directamente a Aemond por más de algunos segundos puesto que él era intimidante, más la rubia frente a él se había atrevido a sostenerle la mirada incluso desde el primer si
—Somos una familia —Pronuncia con un hilo de voz.
Ella se siente feliz, no sabe como expresarlo del todo pero hay una emoción frenética que recorre su cuerpo.
Daemon no le había enseñado cómo manifestar aquella emoción.

—Las cosas podrían ponerse algo más complicadas que esto —La espalda de Aemond se endurece tanto como su tono de voz —Tal vez necesitemos hacer cosas que no nos gusten para seguir jugando a este juego —Su mirada era fija, con su dedo vuelve a acariciar la mejilla pálida de Magaelle —Aunque eso implique mancharnos las manos de sangre.

—Lo se —Reconoce aunque no le gusta aquello —Estoy preparada para ello.

El suelta una pequeña sonrisa ante la fortaleza de la princesa, siente la necesidad de protegerla mucho más que antes. Aunque Aemond sabe que Magaelle es fuerte y puede velarse a si misma se ha convertido en su pequeña flor de invierno a la cual tiene que preservar durante ciertas temporadas.
Como todas las noches va por un peine y regresa a donde se encuentra su esposa para deshacer las trenzas que lleva en el recogido, a Magaelle le encanta la suavidad con la que el príncipe desenreda su pelo, le recuerda a las manos de Rhaenyra.
Aemond ha aprendido ha tratar delicadamente el cabello experimentando con su hermana de niños, Helaena tenía el cabello tan fino que cualquier tirón le hacía daño y las criadas de compañía no tenían paciencia para ello. El rubio no soportaba el berrinche de su hermana, o peor, que las septas no le dieran importancia.
Así que aprendió a peinarle el mismo.

Princesa Bastarda [Aemond Targaryen] Where stories live. Discover now