24. El Yate.

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Milly esta tratando de acabar con mi vida.

Esta acostada en la cubierta del yate tomando sol, se ve tan divina, el paisaje le hace justicia.

Paddy organizo un paseo en Yate por los alrededores de la isla, y todos parecen muy animados.

Tenía todas las intenciones de hablar con Eve anoche, pero no apareció a cenar.

Le dijo a Milly que algo le había caído mal, pero yo estoy seguro de que no ha sido eso. Eve, definitivamente arruino mi día ayer.

Claro que estar a los besos con Milly no fue la mejor idea que hemos tenido. Pero desde ayer ni he podido concentrarme en otra cosa, ahora solo puedo pensar en que pasará, que acciones tendrá Eve, teniendo en cuenta que las personas que se han enterado de nuestra relación, o nos odian a muerte como Fabien y Sara o nos aman, como Paddy y Emily.

Me pregunto en qué bando acabará Eve.

Ella está muy tranquila tomando vino, habla con Steve pero no me quita los ojos de encima.

Y yo que no he podido quitar los ojos del culo de Milly, de seguro que ya tiene una mala imagen de mi.

Me tumbo al lado de Milly, que levanta su carita y me sonríe, no puedo ver sus lindos ojos a través de los lentes de sol, pero me los imagino.

—Pensé que le huias al sol, vampirito—toma un sorbo de su piña colada.

—Mi piel es delicada—ella hace una mueca.

—Estas muy delicado últimamente—se acerca mas a mi y me habla bajito—Ayer me quede esperando una buena follada.

Me hace reír.

—Seguirás esperando, es tu castigo, no me has dicho tu misma que me tienes comiendo de la palma de tu mano, que hago lo que me ordenes y no sé que... Bueno, si tanto quieres que te haga mía, podrías obligarme.

—Podría obligarte, pero eso no seria justo.

—¿Y ponerme el culo en la cara toda la mañana te parece justo?—Ella se ríe carcajadas—Ya se que tienes un culo precioso pero eso no te va a funcionar hoy.

—Y si te dejo tenerlo... ¿funcionaria?—sonríe sugestiva.

—No juegues con fuego pequeña dragona—le advierto.

—¿Y si no estoy jugando?.

—Milly—ella mira hacia atrás y al ver que nadie nos mira, me roba un beso—¿Estas loca?.

—Ya no se que ofrecerte para que me tomes en serio.

—Yo te tomo en serio mi amor—la miro.

—Matt, ¿podemos hablar?—Eve habla detrás de mi.

—Si—digo a la expectativa.

Milly me mira sin entender, la tranquilizo con una sonrisa.

Me levanto de la cubierta y sigo a Eve.

—¿Esta todo bien?—pregunto.

—No te hagas el tonto Matt, sabes que te vi—me regaña—¿Qué haces con esa niña? Si estas jugando con ella...

—Eve, esto no es un juego, Milly y yo estamos juntos desde antes de empezar las grabaciones.

Ella parece indignada.

—Casi podrías ser su papá, no te das cuenta, de la diferencia de edad, la diferencia cultural—rodea los ojos—He visto situaciones extrañas entre ustedes pero me negué a creerlo, me negué a creer que tu fueras así, le estás arruinando la vida, van a terminar muy mal.

La Casa Del Dragón | Milly Alcock & Matt SmithWhere stories live. Discover now