La Casa Del Dragón | Milly Alcock & Matt Smith

53. El jugo.

Me despierto con un malestar terrible.

Matt duerme tranquilo a mi lado, intento no despertarlo, me levanto de la cama y me voy al baño.

Seguramente algo que comí en la fiesta me cayo mal porque las nauseas no se van.

Me duele la cabeza también, fue irresponsable de mi parte beber tanto.

Termino vomitando de nuevo y en seguida siento esas manos conocidas sostener mi cabello.

—Mi amor ¿estas bien?—Matt me mira preocupado mientras me limpio la boca.

—Creo que si—le sonrío, no quiero que se preocupe.

Pero el no me sonríe de vuelta.

—Deberiamos ir al médico—habla serio.

—Seguro es una tontería, algo debió caerme mal anoche—suspiro—Además bebí demasiado.

El me mira con esa expresión de incertidumbre.

—Eso no me deja más tranquilo.

—Estoy bien mi amor yo...

El timbre suena sobre saltándonos a ambos.

¿Quien podría ser un domingo tan temprano?.

Bueno en realidad no es temprano, es solo que Matt y yo nos fuimos a dormir pasadas las 4 am, así que no se con exactitud que hora es.

Matt se separa de mi dandome un beso en la frente y me ayuda a bajar de la encimera.

—Iré a ver quien es—me informa.

Camina solo con el pantalón de pijama y yo lo sigo, solo vistiendo su camisa que me llega a los muslos.

Matt abre la puerta y escucho la voz de Lynne.

—Hola hijo mio—le besa la mejilla con ternura.

La suegra tiene llave, pero desde que entro sin avisar y nos encontro en la cocina y no precisamente cocinando, entonces decidió dejar de entrar y ahora toca el timbre como cualquier otro visitante.

Me da vergüenza solo de recordarlo.

—Hola mamá—Matt la trata con tanto amor como siempre.

—Estaba cerca de aquí y pasé a traerles algo de comida, y verduras—ella fija sus ojos en mi—Hola tesoro—viene a abrazarme.

—Hola Lynne—la abrazo, es increíble lo bien que nos llevamos ahora, ella se separa un poco y me mira a la cara unos segundos.

—¿Estás bien mi niña? Estas pálida—mira a Matt—No llegue en buen momento otra vez ¿verdad?.

—Milly solo se ha sentido un poco mal, tenemos algo de resaca, ayer estuvimos de fiesta y bebimos demasiado—Matt responde por mi y lo agradezco.

—Me asuste—sonríe—Pensé que estaban peleando o quien sabe que.

—Nada de eso mamá.

—Voy a hacer una sopa para los dos, verán como se les cura esa resaca.

La mamá de Matt no es de las que acepta un no por respuesta, además es muy dulce quien podría decirle que no.

Así que solo asiento, quizás un poco de sopa me hagan sentir mejor.

Ella se va directo a la cocina a prepararnos la sopa con una sonrisa.

Matt se acerca y me abraza con ternura.

—¿Te sientes mejor mi amor?—me pregunta mirándome a los ojos.