57. El juego.

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Matt ha estado demasiado misterioso desde hace un par de días.

No se que le pasa, y tampoco quiere decirme, lo cual es raro. Últimamente hace y recibe muchas llamadas.

Quizás solo este ocupado con trabajo, pero no me dice nada sobre eso, de resto actúa normal como si nada pasara.

Después de regar las plantas en el balcón, llamo a Ches y el viene moviendo su colita.

—¿Donde esta el niño mas lindo de la casa?—me agacho y lo acaricio, Chester mueve su cola y me lame la mejilla, sabe que es hora de pasear.

Le pongo el arnes, y tomo las llaves de la casa.

Abro la puerta y Matt esta afuera.

Esta mañana desperte y el no estaba en casa, supuse que estaria en el gimnasio.

Me sonríe, esta hermoso, pero no tiene ropa de gimnasio asi que estaba en otro lugar.

—Me dejaste con las llaves en la mano—sacude sus llaves mostrandome que estaba por abrir la puerta también—Hola mi amor—me da un beso en los labios.

—Hola.

Hay algo de todo que no me convence.

Ches mueve la cola y se levanta en 2 patas para saludar a Matt y él lo saluda acariciando su cabecita peluda.

—Despertaste temprano hoy—me rodea de la cintura y besa mi mejilla varias veces como siempre.

Es como siempre pero a la vez es extraño.

—¿Donde estabas?—lo miro buscando respuestas, el conecta con mi mirada y sonríe.

—Estaba haciendole un favor a mamá—me acaricia la mejilla—Te vi durmiendo tan tranquila que no quise despertarte—me besa la frente—¿Tu a donde vas?

—A pasear a Ches—le quito las llaves del auto de la mano—No se cuando regrese.

—Estonces voy contigo—sonríe con esa sonrisa tan espectacular que tiene y que derretiria a cualquiera—Seré tu chofer.

Pero yo no soy cualquiera y estoy enojada.

—No quiero chofer, es una cita entre Chess y yo—paso de el y me subo al ascensor con mi perro.

En realidad el perro es de Matt》

Okey, pero yo lo saco a pasear asi que es mío  tambien.

Matt me mira con una gran incognita en su cara y comienzo a sentirme mal por actuar asi.

Las puertas del ascensor comienzan a cerrarse pero Matt entra su mano y estas se abren de nuevo automáticamente.

—¿Por que estas enojada?—Lanza enseguida.

Es que no sabes ni disimular Amelia

Matt se da cuenta de todo.

Pero yo tambien y se que algo no anda bien.

—No estoy enojada—miento.

Estoy enojada.

Sé que esta ocultando algo.

Matt toma mi mano y tira de mi hacia él fuera del ascensor.

—Amelia—pone su mano en mi barbilla—Sé que  estas enojada—se acerca y pone su otra mano en mi cintura y pegandome mas a el antes de juntar su frente con la mía—Te conozco, sé cuando estas triste, cuando estas incomoda, cuando estas feliz, y cuando estas enojada, sé todo de ti mi amor, y no puedes engañarme a menos que yo te lo permita, así que dime ¿que es lo que te molesta mi amor?.

La Casa Del Dragón | Milly Alcock & Matt SmithWhere stories live. Discover now