52. La fiesta de Paddy (Parte 3)

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Matt con ese traje.

Tiene la boca manchada de mi pintalabios rojo de tanto besarme.

Enredo mis dedos en su cuello y el me estampa contra la puerta de la habitación de Paddy.

—¿Estas segura de que quieres hacerlo?—Junta su frente con la mía, cuando me mira así siento que me falta el aire—Podemos dejarlo para luego, cuando estés más sobria.

—Estoy sobria—el me mira incrédulo.

—Te conozco, se que tomaste de más  y no quiero aprovecharme de eso, así que si no estas segura o no quieres hacerlo...

—Quiero Matt—interrumpo—Sobria o con unos tragos de más, yo siempre voy a querer hacerlo contigo... porque me en can tas.

El sonríe.

¿Como un hombre puede ser tan divino?.

¿No le duele la cara? Porque ser tan hermoso debe ser agotador.

—Bien—me mira con tanta intensidad, entra su mano por la abertura de mi vestido y me acaricia por encima de la tela de las bragas.

—Matt—gimo contra sus labios, el sigue mirándome.

—¿Qué?—habla bajito, no es necesario levantar la voz, con lo cerca que estamos podría oír hasta sus pensamientos.

—No me hagas esperar—le pido y el sonríe.

—Como tu digas—me besa los labios un vez más antes de agacharse.

Verlo agachado frente a mi con ese traje que le queda precioso, mientras me baja las bragas, esta en el top 5 de las cosas mas hermosas que he visto en la vida.

Entra mis bragas en el bolsillo de su traje para no perderías, y se abre espacio bajo mi vestido, pone una de mis piernas sobre su hombro para tener mejor acceso a mi.

Tiemblo y me aferro al pomo de la puerta cuando siento la lengua de Matt rodear mi clitoris.

—Matt—gimo, e intento mantener el equilibrio, cuando el entra uno de sus dedos expertos en mi.

—Quieta—me ordena antes de volver a jugar con lengua.

Intento estarme quieta, pero es imposible.

Pone mi otra pierna sobre su hombro y suelto un grito, cuando me sujeta de las nalgas y me levanta, me lleva cargada hacia la cama de Paddy.

Siento que voy a caerme, pero afortunadamente eso no pasa.

Matt siempre tiene toda la situación bajo control.

Me deja sobre la cama con una habilidad impresionante, y se pone de rodillas frente a mi.

—¿Qué pasó? ¿Te asustaste?.

—No—miento.

Suelto una risa, y literalmente todo sobre mi da vueltas. Supongo que si bebí bastante

—¿Estas lista?—sonríe mientras se quita el traje quedando con su camisa blanca y su corbata de lazo.

—Para ti, siempre—respondo y el sonríe, se desabrocha el pantalón, y acomoda una las almohadas de Paddy bajo mi cadera.

—Espero que Paddy tenga camaras en esta habitación—se ríe y abre más mis piernas.

Que vista Matt con el traje

—Yo espero que no, ya Paddy piensa lo peor de nosotros.

—Y usar su habitación para tener sexo no ayuda mucho a nuestra reputación—sonríe y me acomoda, subiendome el vestido, y acomodándose entre mis piernas.

La Casa Del Dragón | Milly Alcock & Matt SmithWhere stories live. Discover now