La Casa Del Dragón | Milly Alcock & Matt Smith

27. El torneo.

Milly Pov:

Me lavo las manos, después de usar el baño del avión y abro la puerta para salir.

Lo primero que veo al abrir la puerta es Matt.

—Shhh—me pone su mano en la boca y entra conmigo al pequeño cubículo, cerrando la puerta con seguro detrás, le paso la lengua por la mano para que la quite de mi boca.

El se ríe.

—¿Qué haces?—le digo cuando por fin quita la mano.

El baño se siente extremadamente pequeño ahora que estamos los dos.

—No tenemos mucho tiempo—me levanta el vestido haciéndome reír.

—Matt, espera—pongo mis manos sobre las suyas.

—¿Qué pasa?—veo preocupación en su mirada—¿No quieres?.

—Si quiero tontito—lo miro—Pero es que no me lo esperaba.

—Entonces no hay nada más que discutir—me sube el vestido hasta dejarlo enrollado en mi cintura, luego me toma de las mejillas y me besa hasta quedar apoyada contra una de las paredes.

El espacio es muy pequeño.

《Es un baño de avión, ¿Qué esperabas?》.

—Esta puta lista va a acabar con nosotros—se ríe a mitad del beso antes de desabrocharse el pantalón, me levanta en sus brazos, y yo le rodeo con los brazos y las piernas.

Literalmente no tenemos espacio así que Matt se las arregla para hacer mis bragas a un lado.

Le muerdo el hombro callando un gemido cuando entra en mi, no espera ni un segundo, comienza a moverse rápido, no tenemos mucho tiempo.

—Ah—Matt esta gimiendo bajito en mi oído.

《¿Acaso esta tratando de matarme?》.

Lo miro, tiene los ojos cerrados, esta tan concentrado, yo intento no gemir pero que va, esto es de las cosas mas sexys que he hecho en mi vida.

Estamos demasiado cerca, demasiado apretados el uno contra el otro, el avión se mueve y hace de toda la situación algo increíble.

Matt se mueve con facilidad y rapidez dentro de mi, me está volviendo loca.

Tocan la puerta del baño y ambos nos quedamos   quietos.

—Esta ocupado—grita Matt con la voz gruesa.

Vuelve a moverse esta vez mas rápido que antes, así que no me da tiempo de asimilar la situación.

Suelto un gemido que es ahogado con la mano de Matt.

Lo miro mientras el se sigue moviendo con su mano en mi boca, tiene la mandíbula tensa, la cara sonrojada, los ojos oscuros y mechones de cabello pegados a la frente por el sudor.

Estoy a punto de llegar.

Tocan la puerta de nuevo, pero esta vez no hace caso, se mueve un poco más y yo termino llegando al orgasmo, Matt se viene dentro de mi cuando vuelven a tocar la puerta.

Comienzo a reírme sin poder evitarlo, Matt hunde su cara en mi cuello riéndose con esa risa ronca y sexy.

—¿Estas bien?—me pregunta bajito.

—Mejor que bien—lo beso en la mejilla.

Golpean la puerta de nuevo y Matt sale de mi, mis piernas se sienten como gelatina al tocar el suelo.