~Prólogo~

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Maratón de inicio 1/3

Su mano flotaba sobre los bordeados negros, siguiendo la línea que llevaba a crear la magia visual

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Su mano flotaba sobre los bordeados negros, siguiendo la línea que llevaba a crear la magia visual. Su pequeña mochila pesaba en su espalda, las viejas y nuevas libretas acompañadas de cientos de lapiceros de colores esparcidos por su interior y que rompían, gracias a su pinta afilada, el forro de la mochila.

Amaba tantos los colores brillantes. Daba igual que fueran cálidos o fríos, siempre y cuando fueran brillantes, pasteles y luminosos.

Sus dedos siguieron el recorrido del mural en la pared, pasando por las ropas, flores y, en especial, por la bandera multicolor alzada sobre todas las personas retratadas en ese mural.

El mural del orgullo.

JungKook había viajado a Busan, junto a su clase de primaria, por su viaje de fin de curso . El siguiente año entraría al instituto y su vida pegaría un vuelvo más maduro en el que, poco a poco, tendría que comenzar a decidir cuál sería su futuro en la vida. La excursión era sencilla y corta, solo duraría un día largo y tedioso por el viaje, pero el joven proyecto a adolescente Jeon JungKook, estaba realmente emocionado con el viaje. ¿Por qué? Porque irían a ver el museo del primer trío destinado con Beta.

Había sido muy feliz recorriendo las instalaciones, viendo aquellas ropas antiguas de encaje fino del Omega puro, los trajes de galán del Alfa puro y el desastroso pero adorable overol vaquero del primer Beta. Incluso rio jovial cuando descubrió que sus gafas para leer eran similares a las que el primer Beta había tenido.

Pero toda esa alegría de poder conocer algo único de su casta, esa felicidad de poder verse reflejado y orgulloso de lo que es, se borró cuando las miradas pesadas de sus compañeros de curso cayeron con fuerza sobre él.

La mujer, de nombre Onda y que no dejaba de hacer referencias a su padre Niki y su abuelo HyunJin como quienes construyeron el museo, había guiado en todo momento la ruta y también se le quedó mirando más tiempo del que él podía soportar. Por eso se marchó, por eso se fue fuera del museo, escapando de su vergüenza.

Él no tenía culpa de ser un bicho raro.

No tenía culpa de estar roto.

Caminando por las calles de Busan, se detuvo finalmente ante el llamado de los colores de un mural callejero que gritaba en todo su esplendor, y de modo figurado, vivan los Betas. He ahí donde se encontraba, absorto en lo que más amaba: dibujar.

Sus dedos siguieron el trazo del dibujo hasta que llegó a los rostros de los tres personajes principales de la obra. Uno debía ser un policía, otro tal vez un militar y el otro un ciudadano común por sus atuendos.

No veía nada en ellos.

-Hey, pequeño. -Escuchó a su costado. Su cuerpo se giró para encarar a la persona que le hablaba, mas no elevó su rostro. -¿No deberías estar en el colegio? -JungKook negó débilmente con su cabeza moviendo su cabello azabache hacia varias direcciones de forma tierna. -¿Cuántos años tienes?

El Trabajo de Unión del Beta Eterno ~ Kim TaeHyung ~ Jeon JungKook ~ Park Jimin Where stories live. Discover now