Capítulo 31~Taemin

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Maratón pre-final 6/7

Jimin, que condujo en todo momento su coche de regreso a casa de su Alfa, no perdió detalle de como TaeHyung a su costado, y con el Beta en sus brazos, trataba de calmarlo y hacerlo volver en sí

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Jimin, que condujo en todo momento su coche de regreso a casa de su Alfa, no perdió detalle de como TaeHyung a su costado, y con el Beta en sus brazos, trataba de calmarlo y hacerlo volver en sí. TaeHyung lo llamaba, lo acariciaba y arrullaba, pero el Beta parecía negarse reticente a esconderse y dejar libre a JungKook.

Una vez en el apartamento, sentados en medio del pequeño salón compartido con la cocina, Jimin se pegó a la espalda de JungKook y lo rodeó con sus brazos también. El movimiento repentino de Jeon les sobresaltó. Lo sujetó y colocó a su antojo ante él, dejando así que ambos lo vieran de frente. Jimin había quedado sentado a horcajadas sobre los muslos entrelazados de JungKook y TaeHyung.

Los ojos dorados miraron sus cuerpos varias veces, analizando manos y brazos, torsos y piernas. Después treparon a sus rostros, llevando entonces esas yemas ensangrentadas por el romper de las garras, a recorrer sus facciones. TaeHyung y Jimin sonrieron de lado al comprender lo que su Beta hacía.

-Estamos bien. -Habló primero Kim. -No  tenemos nada, amor. -El Beta miró al Alfa y asintió débilmente, su aroma más ligero poco a poco. Entonces comenzó a olfatearlos, haciendo muecas de desagrado y gruñendo cuando encontró otros aromas en ellos. Sobretodo, cuando olisqueó sus propias manos y olió el aroma de JaeBum.

-Shhh, no te enfades. -Siseó Jimin, retirando su camiseta como pudo en la estrecha cercanía de cuerpos e invitando a TaeHyung a hacerlo también. Ambos mayores, juntos, desnudaron la parte superior de JungKook. -Dame tu manita. -El Beta obedeció dulce, confiado, al darle una de sus mano al Omega y otra al Alfa.

TaeHyung lamió su palma, lavándola y besando en ella cada pequeña arruga a encontrar. Jimin la llevó a su frente como muestra de sumisión eterna a su Beta, después la dejó ahuecar su cuello para que el aroma de su glándula impregnara su piel.

-Beta. -Llamó TaeHyung aún con los dedos de JungKook pegados a sus labios. -¿Puedes dejar que Kookie vuelva? -El de ojos dorados negó.

-¿Por qué no? -Preguntó con la voz dulce y aterciopelada el Omega. -Estamos en casa, estamos a salvo, y Kookie tiene que hablar con TaeTae y conmigo. -La nariz del menor se arrugó mostrando su desagrado a tal idea.

-Kookie debe estar asustado ahí dentro. -Dijo TaeHyung refiriéndose al páramo del animal. -Deja que venga con nosotros, nosotros lo cuidamos.

Alfa y Omega vieron fijo al Beta. Esperando alguna reacción o respuesta de su parte. Las grandes orbes cayeron con un ligero pestañeo extenso, al abrirse de nuevo el dorado se había marchado. JungKook suspiró, encogiéndose en su lugar para llegar a reposar su cabeza de lado en el hombro de Jimin. TaeHyung los estrechó fuerte a ambos dejando su barbilla sobre el cabello azabache del menor. Jimin dio caricias a la mejilla con la cicatriz a su alcance.

El silencio extenso entre ellos, solo roto por los pequeños movimientos repetidos de caricias al menor o el sorber de su nariz cuando alguna lágrima fina caía en el cuello desnudo del Omega. JungKook no estaba enloqueciendo y aquello era más preocupante para ambos contrarios. No querían alterarlo, pero no sabían que estaba sintiendo más que lo que su lazo de unión mea deja procesar.

El Trabajo de Unión del Beta Eterno ~ Kim TaeHyung ~ Jeon JungKook ~ Park Jimin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora