El Trabajo de Unión del Beta Eterno ~ Kim TaeHyung ~ Jeon JungKook ~ Park Jimin

Capítulo 20~Pavor

-JungKook, TaeHyung y Jimin, que gusto volver a veros. Soy Mia, es un placer conoceros en esta vida.

La Omega y la Alfa ze colocaron junto a la Beta que había soltado tal declaración. La rubia, llamada Mia, tenía la sonrisa más brillante que TaeHyung y Jimin habían visto jamás. Era admiración pura en cada poro de su cuerpo y aroma.

-¿Cómo es que has dicho? -Preguntó Jimin adelantando un paso hacia ella.

-¿Nos conocemos? -Siguió TaeHyung, sobando si vientre por inercia extraña.

-¿Tenemos una vida pasada juntos? -Cuestionó JungKook con el peso extra en sus brazos, como si estuviera cargando algo en ellos que después abandonó.

-Una... -Murmuró la Beta borrando su sonrisa, analizando a los tres chicos frente a ella hasta sus ojos caer en los cuellos desnudos y limpios de cada uno. -Cuando os enlacéis lo recordaréis. -Volvió a sonreír, esta vez más desanimada. -Sabéis que por mucho que os diga os parecerá una locura, incluso podría sentirse como un insulto a vuestro lobo. -Comentó, sacando la verdad jamás escrita pero cierta de los licántropos con vidas pasadas. -No se habla de las vidas pasadas a no ser que ambas partes las recuerden. -Decretó como Aurora. -Los lobos no toman bien el que el humano no recuerde, si ellos lo hacen, puede crear una pelea interna en el páramo.

-¿Nosotras también los conocemos? -Preguntó la Alfa acomodando el cabello rubio de su Beta.

-Sí. -Asintió. -Cuando se enlacen, en tus recuerdos, aparecen sus caras. -Explicó besando su mejilla.

-Pero tú sí nos recuerdas. -Interrumpió el dulce momento JungKook. -¿Por qué?

-No recuerdo vuestras caras, pero sé quienes erais para mí. -Admite segura de ello. -¿Vosotros no sabéis quiénes sois? -Las cejas rubias casi desaparecen de su gorro de paja al elevarlas en alto. El trío no puede evitar preguntarse si es que acaso deberían saberlo.

-No puedo recordar las caras. -Respondió en cambio JungKook. -Sufro prosopagnosia, pero en realidad ahora sé que no es así. -Mia besa una última vez a sus esposas, alejándose de ellas para tenerle una de sus manos al Beta.

-Ven, explícame. -Pide, siendo aceptada su invitación al instante. JungKook entra con ella al santuario, pequeño pero de luz clara, proporciona un ambiente seguro y cómodo al instante para Jeon. Aún así, busca a sus novios en su espalda, Mia les invita con un gesto de cabeza a unirse a ellos. Una vez ella sentada en su lado de la pequeña mesa de café, con inciensos y velas prendidas, y ellos al otro lado espera paciente la explicación del tatuado.

-Al nacer hubo un apagón, un rayo cayó sobre el hospital, y el médico me dejó caer al suelo. -Esperaba alguna de las típicas muecas que hacía la gente al escuchar su historia, ella no las hizo. En el rostro de Mia no se mostró ni pena ni lástima por él. Tampoco enfado con el médico. Solo estaba ahí, escuchándolo y dándole toda su atención. -Estuve muerto dos minutos hasta que me reanimó. -Los ojos de la mujer recorrieron sus rostro, deteniéndose varios segundos en su oído izquierdo y en la pequeña cicatriz de su mejilla. -Me diagnosticaron prosopagnosia, ayer descubrí que eso dejó de ser real hace años. Sin embargo...

-Es tu lobo el que no quiere reconocer a las personas. -Le interrumpió, conociendo la respuesta y dejando a Jeon helado.

-Eso creo. -Murmuró, ciertamente intimidado por el poder sensorial que realmente tenían los Aurores.

-¿Me dejarías tratar de hablar con él? -Preguntó acomodando su propio cuerpo más cerca de la mesa para acercarse a él.

-Es muy cerrado, solo ha dejado entrar a Jimin y TaeHyung. -Confesó, Alfa y Omega lo miraron sorprendidos. Habían podido sentir, la sentían, la conexión con el alma animal de JungKook; pero jamás pensaron que habrían sido los únicos con la dicha de hacerlo.