Capítulo 13~Justificada

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La actitud de JungKook, ciertamente, no mejoró en los días posteriores. Con ojeras moradas, pero sornisa brillantes, vivía su día a día con la cabeza en las nubes. De madrugada sus clases, en las que las frustración crecía y crecía con la persistencia de sus profesores por relatar, exponer y vender la idea de un retrato que JungKook solo apreciaba como un borrón.

Las imágenes mostradas en el proyector, incluso los bustos de cerámica que portó el profesor para que vieran las sombras de narices, ojos y labios. Todo era una mierda. Un torbellino hueco para sus ojos.

¿Qué desencadenaba aquello? Dolor de cabeza.

Al llegar a casa, cuando se suponía que debía dormir, sus ojos cerrados se movían bajo sus párpados al su mente pensar y repensar una y otra vez lo mismo. Finalmente cedía a la necesidad de buscar una respuesta a lo que no tenía pregunta. Leía en bucle aquel párrafo, después de leer el libro completo y no encontrar nada claro, buscando una nueva línea que jamás aparecería por arte de magia.

¿Qué ocasionaba aquello? Migrañas insolentes.

Puestos así, llegaba a las cinco de la tarde a la cafetería de su familia, TaeHyung lo recibía con besos y abrazos, Jimin con cariños y palabras dulces.

¿Qué daba aquello? Paz a su malgastado ser.

En aquel instante, era así, una tarde cansada y agotado. Casi una semana después, buscó a su Alfa en la barra. La gargantilla brillando contra la luz de una bombilla. La mano alzada en alto con un movimiento exagerado para saludar.

-Hola, amor. -Saludó primero TaeHyung, inclinándose sobre la barra para pellizcar su nariz y haciendo reír a JungKook.

-Hey. -Dijo suave, besando sus labios con dulzura, el sabor de un café aún en estos. -¿Qué tal el día?

-Ya sabes. -Respondió encogiéndose de hombros. -Hoy he sido psicólogo de una Omega a la que su marido le ha puesto los cuernos, he sido mentor de un Beta que no sabe que estudiar en la universidad, también he tenido los típicos comentarios de eres muy lento. -Rio forzado. -Lo de siempre atendiendo cara al público. -¿Y tú qué tal?

-Bueno. -Murmuró sin borrar la sornisa aún de su rostro al escuchar las ironías de su novio. -Cansado.

-Ya lo veo, galletita. -TaeHyung acunó su lado derecho de su rostro, su pulgar pasando bajo sus ojos al dilenear las marcadas bolsas y orejas. -Tienes unas ojeras muy feas.

-No sé que son las ojeras. -Miró la barra de madera. -Osea, no sé cómo lucen.

-Lilas y rojas. -Susurró explicando con congoja mal contenida a oídos de Jeon. -La piel bajo tus ojos se inflama y pone de ese color.

-¿Y eso me hace lucir feo? -TaeHyung negó rápidamente sonriente.

-Tú nunca vas a estar feo. Eres precioso, ya te lo dije. -JungKook quería creerle, pero seguía sin hacerlo. Él no conocía la belleza, sin embargo creía haberla conocido cuando tuvo aquella iluminación de los rostros de sus destinados. Odiaba haberlos olvidado. -¿Vas a esperar a Jimin?

-Tenemos que terminar mi trabajo. -Respondió restregando su mejilla en la palma de la mano áspera de TaeHyung.

-¿Cómo vas con eso? -Pasó sus caricias a su cabello largo y suave, sus dedos perdiéndose en este.

-Cuando Hyung describe las facciones comparándolas con otras cosas es sencillo. -Explicó sacando el dibujo casi terminado de su mochila. -Si lo divido por secciones y me fijo en pequeños detalles, es hasta fácil hacerlo y puedo ver lo que es tu ojo o tus labios. -TaeHyung bajó su mirar al retrato, de nuevo una mueca en sus labios que JungKook no pudo percibir. -Todo junto, y de lejos, es un borrón como siempre.

El Trabajo de Unión del Beta Eterno ~ Kim TaeHyung ~ Jeon JungKook ~ Park Jimin Where stories live. Discover now