Cuando la Madre Luna encantó las almas lobunas de los primeros Kim TaeHyung, Park Jimin y Jeon JungKook solo deseó que recibieran el amor que merecían, de que todo el mundo pudiera admirar y valorar tanto su fortaleza y alma como ella lo había podid...
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El vaso de agua fue dejado sobre la encimera. Había dejado a Felix con un abrazo estrecho y una promesa silenciosa de volver a encontrarse en esta vida o en otra. Se debían una amistad leal de nuevo, esa hermandad pasada otra vez. Confiaba en él, en sus palabras, como no tenía sentido pero solo su espíritu animal podía hacer.
El tirar en su cuello le hizo saber que TaeHyung le estaba buscando cuando salió de comprar los cafés. JungKook aún seguía como niño viendo el mural del orgullo cuando lo recogieron y fueron a por Kai y BeomGyu. Ahora, entrando con ligereza el atardecer, sus hermanos menores escogían habitación en su apartamento.
Su cuerpo fue alzado con facilidad y movido como juguete hasta ser dejado sobre la encimera de mármol. Entre sus piernas se coló el cuerpo grande y fibroso de su Alfa. Jimin no puso resistirse a besarlo duro y profundo. Rodeó su cuello con sus brazos, abrió más sus piernas y sintió a Kim sonreír sobre sus labios.
-¿Y Kookie? -Preguntó al separar y dejar su frente caer sobre la del más alto.
-Peleando con tus hermanos por saber quién es tu favorito. -Jimin rio levemente antes de esconderse en el cuello de TaeHyung.
-Creo. -Inició dando caricias a la pequeña espalda de su amado. -Deberíamos ir primero a mi casa. -Jimin se tensó inevitablemente.
-No entiendo porqué debe ser tan jodido, debería ser bello y perfecto recordar todo esto. -Se quejó dejando la huella caliente de sus labios en la piel canela al hacer un puchero.
-Y lo es. -Enterró su nariz en su cabello dando caricias. -Todo lo malo pasado nos ha llevado a este momento. -Acunó su cuerpo arrullándolo. -No odio, ni guardo rencor, ni detesto, nada ni nadie que me hizo estar aquí.
-Eres un Alfa ejemplar. -Halagó tras un suspiro.
-Eso me suena a que ya me lo has dicho antes. -Jimin golpeó su pecho juguetón y avergonzado, afianzando su agarre al rodar las caderas de TaeHyung con sus piernas.
-Mis tíos estarán en mi casa. -Habló tras unos segundos de silencio y mimos. -Creo que a JungKook le encantaría ver a SooBin y SeokJin.
Jimin entonces comprendió porqué TaeHyung quería ir primero a su hogar en vez de al de JungKook. No era por un sentimiento egoísta, uno de querer reencontrarse con sus familiares. No. Era porque allí estarían sus tíos, siendo SeokJin el hermano de su padre Omega, y habiendo sido alguien tan importante en el pasado para JungKook. Además, que Jeon concierta el rostro de SooBin, solo lo haría más feliz al ser su amigo inseparable desde su nacimiento.
TaeHyung quería darle una alegría a JungKook antes del dolor.
-¿Crees que será muy horrible? -Preguntó, hablando el tema por primera vez, Jimin. -¿Y si de verdad entra en pánico?
