Cuando la Madre Luna encantó las almas lobunas de los primeros Kim TaeHyung, Park Jimin y Jeon JungKook solo deseó que recibieran el amor que merecían, de que todo el mundo pudiera admirar y valorar tanto su fortaleza y alma como ella lo había podid...
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TaeHyung había llegado del trabajo dos horas después de que ellos ya estuvieran instalados en el apartamento de Jimin. El Alfa se había quedado más de un minuto en silencio mientras veía el comienzo de retrato que JungKook había hecho. La mirada sería y que juzgaba en el dibujo, después pasada a una confusa y acusatoria a Jimin, hizo a JungKook sentirse equivocado y hasta reprochado.
-Puede no ser el mejor dibujo del mundo, pero me estoy esforzando y Jimin también. -Comenzó a decir poniéndose en pie, sus manos hechas puños sobre su camiseta dejándola arrugada. -Ha tenido mucha paciencia al explicarme la forma que deben tener sus ojos y tú nariz. Sé que no es perfecto...
-Amor, shhh. -Le calló el Alfa tomando sus manos, colocándolas en su propia cintura y después tirando de la contraria para un abrazo estrecho. -Está perfecto, el dibujo y tú sois perfectos.
-¿De verdad te pareces al dibujo? -Preguntó escondido en su cuello. Aún si no lo veía sentía como TaeHyung y Jimin compartían miradas. -Todo tiene sentido mientras Jimin Hyung lo describe, pero cuando me alejo y veo el dibujo por completo todo desaparece; así que no sé si de verdad está cobrando forma o es horrible...
-No es horrible, mi galletita. -Besó su frente. -Es solo que Jimin está haciendo trampa.
-¿Trampa? -De alejó sin romper del todo el abrazo. TaeHyung murmuró dejando su frente reposar sobre la contraria.
-Supongo que te lo dirá una vez lo termines. -Jimin gritó un sí enérgico colándose entre ambos cuerpos. Hacía soniditos tientos en lo que sacaba su cabeza entre ambos y colocaba sus manos en el pecho de Jeon.
-Mira, Tae. -Dijo Jimin, haciendo el pequeño corazón sobre el pecho del Beta. JungKook rio jovial y besó los labios de su Omega. -He creado mi botoncito de los besos en Kookie.
-Yo también quiero uno. -Se quejó tirando más de Jeon, haciendo que Jimin quedara realmente aplastado entre ellos.
-Búscate tu botón. -Sus mejillas aplastadas contra ambos pechos. -Voy a tener la muerte más absurda y sexy del mundo.
-Voy a morir aplastado entre pechotes. -JungKook se unió a las risas de su Alfa, estas se cortaron cuando su nariz fue atrapada entre dos dedos con dulzura y cariño. -Algo me dice que has encontrado tu botón de besos en JungKookie.
-Sí, lo ha hecho. -Aseguró el Beta inclinándose sobre la cabellera rubia para besar los finos y cálidos labios de su Alfa. Sus labios degustándose y mojados en saliva, un suspiro de Jimin retumbo entre ambos.
-Me estoy poniendo horny, primer aviso.
-¡Jimin!
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Más tarde, cuando el sol comenzaba a salir en Seúl, JungKook volvía a casa de sus padres tras sus clases nocturnas. YeonJun estaba recién levantado para ir al instituto y le saludó con los ojos pegado mientras comía su cereal.
-Buenos días. -YeonJun asintió, dejando que su hermano mayor peinara su cabello indomable. -¿Irás esta tarde al cine con Wooyoung como dijiste?
-Iremos con su hermano San, su novio YeoSang y otros amigos de ellos. -JungKook sonrió y besó por última vez su frente para subir a su cuarto. De camino a este, en el pasillo y ante su puerta, JaeBum salía de su propia habitación.
-¿Por qué te asustas? -Preguntó entre risas el mayor al verlo dar un bote en su lugar.
-Pensaba que estabas con Jackson Hyung. -Dijo abriendo su cuarto.
-Tiene visita en casa. -JungKook asintió tirando su mochila sobre su cama. -Échate un rato, tienes cara de cansado.- JaeBum lo dejó solo, tras besar varias veces y de forma sonora exagerada su mejilla, para cerrar la puerta y marcharse al trabajo.
JungKook se tumbó sobre su cama y estiró sus brazos y espalda adolorida. La noche pasada no pudo dormir. Entre que volvió a su casa solo tres horas antes de sus clases y la incertidumbre, no pudo hacerlo. Ahora, que su mano había chocado con su mochila al estirarse, sabía que tampoco podría hacerlo hasta que abriera de nuevo ese libro.
Gateó hasta su ventana desde la cama, rodando como un animal cansado, para apoyarse en el alféizar y destapar el libro por su página inicial releyendo las palabras de Yiren. Con el sol anaranjado cobrando el dorado del día, la luna parecía haberle dado la página exacta a leer cuando se asustó por el portazo de su hermano YeonJun saliendo de casa y el libro cayó boca abajo en la alfombra.
"Las secuelas de lo físico en lo emocional:
Ningún lobo renacido se abstiene de tener manías, costumbres o reproches de sus vidas pasadas. Algunas son sencillas, como lo es el tic de morderse uno mismo sus labios o sus uñas. Algunas son complejas y dañinas, como lo es la falta de confianza, la necesidad de estar por encima de otros o el sentimiento de ser siempre insuficiente.
Una ejemplo conocido y verídico está tratado en muertes traumáticas. Siglos antes de lo que conocemos como nuestros países actuales, dos Alfas, hermanos de distinta sangre, pelearon hasta la muerte. Uno de ellos fue herido en el cuello y el otro en el pecho. Reencarnación tras reencarnación murieron de la misma forma y de manera distinta. Mismas heridas y mismo lugar, diferente arma y modus operandi.
He aquí la secuela más repetitiva y clara de vidas pasadas: cicatrices cedidas el mismo día del nacimiento. Dividido en cicatrices física y emocionales.
Cicatrices físicas: Heridas que dejaron marca permanente en la piel y se produjeron el mismo día del nacimiento del individuo. Esas marcas ya estuvieron en esa piel, ese lugar y formación, en otras vidas. Fueron tan importantes para la persona y el animal, que se quedaron como reflejo de su personalidad a pesar de morir y renacer.
Cicatrices emocionales: Heridas sentimentales que provocaron el crecimiento de su ser o lo rompieron del todo. Algunas veces reflejadas de modo exactamente igual, otras con metáfora compleja. Ejemplos de metáforas de las cicatrices emocionales comunes es ser alérgico a una comida o flor que era el aroma de alguien que nos hizo sufrir en otra vida, ser sordo por la gran influencia de voces de Alfas y de mandato en una anterior vida, ceguera para evitar reconocer a quienes estuvieron con nosotros en otras vidas..."
JungKook cerró de golpe el libro, sus manos frías y temblando de miedo. Miedo a la esperanza que estaba volviendo a cubrir su ser.
-No estoy ciego pero... -Susurró para sí mismo. -¿Y si mi lobo no reconoce los aromas ni yo veo los rostros porque...?
La puerta de su cuarto fue golpeada con suavidad. Con el latir acelerado de su corazón en la garganta, como si estuviera haciendo algo malo, escondió el libro bajo sus almohadas.
-¿Kookie? -Escuchó a su Hyung preguntar tras la puerta. -¿Estás bien? -Tenía tanta ansiedad, estaba tan mal, que solo atinó a llamarlo entre lágrimas.
-Jae Hyung. -El mayor entró rápido, abrazándolo con fuerza y conteniendo sus temblores. -Estoy bien, te juro que estoy bien. -JaeBum negó dando caricias a su tembloroso cuerpo. -Es solo que necesito llorar un poquito, Hyung. -El Alfa bajó el suéter de su hermano, viendo su cuello y suspirando aliviado cuando no vio nada. JungKook, tan ahogado en su caos personal, ni si quiera le dio importancia.
-Está bien. -Susurró sobre su cabello azabache, ambos mezclándose con gracia. -Muchas emociones últimamente. -Lo arrulló. -Hyung está aquí para protegerte siempre.
☕📖🍰
Nota: Esto está onfire 🔥🔥🔥🔥 Cuantos capítulos quedan???? No lo sé Conozco ya qué va a pasar y el final????? Sí
