Capítulo 8~Apartamento

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Maratón 3/4

La charla prosiguió entre pequeñas anécdotas vividas con las personas entrelazadas de sus vidas

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La charla prosiguió entre pequeñas anécdotas vividas con las personas entrelazadas de sus vidas. Ninguno podía creer que no se hubieran reencontrado antes, decidiendo al final que lo hicieron cuando debieron hacerlo.

TaeHyung pagó por los tres, abriendo la puerta de la cafetería para ambos contrarios y dejándolos salir antes que él. JungKook se plantó ante ellos con las manos apretadas en los bolsillos de su pantalón y elevó su rostro al cielo nocturno. En algún momento, de la maravillosa tarde, la noche había llegado.

-Deberías volver a casa, tengo clases en unas horas. -Ambos mayores asintieron ahora sabedores del horario nocturno de las clases de Jeon, mas ninguno hizo movimiento alguno con la intención de irse.

-No me quiero ir aún. -Susurró Jimin lo suficientemente alto como para que TaeHyung sonriera y JungKook se sonrojara.

-¿Te parece bien si te acompañamos a casa Kookie? -El Beta lo sopesó, sintiéndose incapaz de decir que no cuando su lobo se removió feliz en su pecho.

Caminando por las calles, aún repletas de movimiento, Jimin buscó calidez en el cuerpo de JungKook cuando una ráfaga de viento los envolvió al girar una esquina. El Beta rodeó los hombros del más bajó, pegándolo a su costado como haría con su hermano menor. Pero no, aquello era otro tipo de abrazo, más grande y que llenaba más su ser.

Jimin elevó su mano derecha, la izquierda rodeando la cintura estrecha del tatuado, para entrelazar sus pequeños dedos con los largos del menor sobre si propio hombro. Parados al borde de la acera, esperando que es semáforo cambiara a verde, TaeHyung entrelazó sus dedos con la mano libre de JungKook.

Eran un sándwich, un perfecto sándwich que reía y hablaba alegre sobre cualquier ocurrencia del momento.

Aquella noche, tras despedirse de sus destiandos con un abrazo estrecho y prolongado en la puerta de su casa, JungKook se quedó viendo a la nada y sonriendo como un bobo. Todo de ellos encajaba a la perfección, todo era adecuado y correcto. Incluso su enfermedad parecía desaparecer junto a ellos. Porque, él como humano, no podía ver sus rostros, pero ellos se los definían y mostraban con tacto y gestos. Porque, él como lobo, no podía oler sus aromas, pero ellos se los mostraban al degustarlo en sus papilas gustativas compartiendo sus comidas.

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El Trabajo de Unión del Beta Eterno ~ Kim TaeHyung ~ Jeon JungKook ~ Park Jimin Where stories live. Discover now