Capítulo 19~En esta vida

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TaeHyung detuvo el coche en la vereda de la carretera sin asfalto. El polvo que había estado elevando por la tierra de la carretera le hacía picar la nariz aunque las ventanillas del coche de Jimin estuvieran cerradas. Eran aproximadamente las once de la mañana, el calor pegajoso de la costa le golpeó cuando bajó del coche con la necesidad de estirar las piernas.

Miró, buscando, a su alrededor. Solo campo y bosque a la lejanía. Observó de nuevo el navegador, la dirección impuesta era esa y no había nada ni nadie cerca. Sus ojos cambiaron a la parte trasera del coche cuando un suspiro cómodo, entre sueños, de Jimin sonó junto a las chicharras.

En un principio su Omega había querido conducir, TaeHyung se negó cuando vio sus ojitos cansados incapaces de apartarse de JungKook. A las seis y media de la mañana habían dejado Seúl con un par de cambio de rompa en varias mochilas, a las siete menos cuarto JungKook ya estaba durmiendo entre los brazos de Jimin.

El Omega y él mantuvieron una incómoda conversación, en susurros y con silencios largos para no despertar al menor, la primera hora de viaje de las cuatro que fueron hasta Busan.

-No puedo permitirme perderlo ahora que lo tengo, Tae.

-Ninguno de los dos puede permitirse perder a los otros dos Jims.

-Tengo un terror horrible a lo que pueda decir ese Auror, pero sé que él necesita una respuesta más que nosotros. -TaeHyung había mirado fijo a Jimin por el espejo retrovisor, diciendo demasiado el uno al otro en ese pequeño intervalo.

-Él sabe que lo amamos más que a nada, por eso fue a buscarnos a nosotros en primer lugar esta mañana. -Jimin asintió arrullando el gran cuerpo de JungKook en su pecho. -Pero hay veces que hay traumas o miedos que jamás se superan por mucho que sepas que son irracionales o que la gente te ama con ellos.

Jimin se quedó dormido poco después, murmurando versos de una canción de cuna al oído derecho de JungKook. Ahora, en ese instante, TaeHyung tomó su móvil bajo el despertar del Omega. Los mensajes que había enviado cuando salieron de Seúl a sus suegros, cuñados y SooBin habían sido respondidos en diversos tonos. Sus suegros agradecían a la madre Luna, YeonJun había enviado un audio llorando y pidiendo que cuidaran de su Hyung, JaeBum agradecía el mensaje y pedía unas disculpas que TaeHyung no comprendía, SooBin había enviado tantos memes de gente llorando que solo atinó a mandarle un emoji del dedo medio alzado.

-¿Hemos llegado? -Preguntó Jimin restregando uno de sus puños, el que no sostenía a JungKook contra él, por sus ojos.

-Según el GPS sí, pero no veo nada. -Dijo asomando su cabeza por la puerta abierta.

-Ven. -Pidió el Omega, abriendo su puerta y esperando a su Alfa. Quería que ambos despertaran juntos a JungKook. -Bebé. -Murmuró sobre su oído derecho.

-Amor. -Canturreó Kim dando caricias a su largo cabello negro.

-Cosita preciosa. -TaeHyung rio por el adorable apodo sumado a esa voz aguda forzada de Jimin, como si realmente le hablara a un cachorro.

-Conejito. -Finalmente JungKook parpadeó, cerrando sus ojos con fuerza por la luz de mitad de mañana que le golpeó en ellos y quejándose mientras se estiraba en el pequeño espacio del coche.

-¿Dónde estamos? -Preguntó con la voz ronca.

-En mitad de la nada. -Respondió TaeHyung sonriendo bobo por verlo tan lindo recién despierto. La luz en JungKook había cambiado desde que había vuelto del hospital. Seguía ansioso, dolido y con miedo; pero se veía esperanza y ganas de encontrar la solución su mirar y aura. El aroma a papel recién impreso, como si la tinta hubiera sido puesta a pano, escrito palabra a palabra, por una pluma y tintero, reinaba a su alrededor.

El Trabajo de Unión del Beta Eterno ~ Kim TaeHyung ~ Jeon JungKook ~ Park Jimin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora