Capítulo 10~Egoista

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No es agradable. La forma ruda y dolorosa en que su saliva baja por su garganta seca cuando da la primera bocanada de aire. Poca su nariz, el aire huele demasiado limpio, demasiado a desinfectante.

Cuando se despierta y fácil darse cuenta para JungKook de que se encuentra en una camilla de hospital. Hay una cortina a su izquierda y otra a su derecha de color azul; la que se encuentra ante su camilla es blanca. Está en urgencias, no hay dudas.

Los balanceos de los recuerdos son claros para él en cuando mira el techo de grandes focos blancos.

Había visto las caras más hermosas y bellas de su vida.

Bueno, sí, JungKook nunca había visto una cara y jamás reconocería una. Pero lo sabía tan bien. Nunca, aunque pudiera ver, conocería caras más bellas y perfectas que esas dos viéndolo con tanto amor devoto.

Maldice, tapando sus ojos y dejando que varias lágrimas caigan por sus costados hasta marchar las sábanas blancas de hospital.

No los recuerda. Su enfermedad no se ha ido y nunca lo hará.

-Tal vez ha sido un juego malvado de mi mente. -Susurra para sí mismo. -La desesperación.

-Jackson dice que sus padres ya están en camino. -Reconoce esa voz, grave y profunda hablando en susurros.

-Menos mal que hemos podido contactarlos. -Esa bajita y dulce es de su Jimin. -Casi me muero Tae. -La angustia en su voz, como ha temblado al final y la sombra ante él a través de la cortina blanca le indica que el cuerpo más pequeño, el de Jimin, se acerca en busco de comfort al de TaeHyung.

-Yo también he pasado miedo. -Él no debería estar causando miedo a sus destiandos, solo felicidad. Sin embargo allí estaba, en una camilla de urgencias, causando pena y vergüenza.

-Mimi, TaeTae. -Llama algo más alto, al instante la cortina se abre y la cabellera rubia y la negra rizada entran arrasando con todo yendo directo, cada uno, a un lado de la camilla.

-Mi bebé. -Susurra Jimin, sosteniendo su cara con temor. -¿Estás bien? -JungKook asiente lentamente dejando caer su rostro en el tacto suave del rubio.

-Los médicos dicen que ha sido un desmayo normal, nada preocupante. -Habla TaeHyung entrando en su campo de visión también. -Las analíticas están perfectas, pero no lo entiendo.

El Beta sabe que ambos están preocupados, seguramente analizando sus facciones tratando de ver si algo pasa, pero JungKook tan solo tiene su vista fija en algo.

A la mierda todo, no puede evitarlo. Por primera vez en su jodida vida va a ser egoísta y pensar en él primero. ¿Y qué quiere JungKook? A Jimin y TaeHyung. A su Omega y su Alfa. A su bizcocho y a su café.

No pensaba soltarlos, iba a ser tóxico y serían suyos. Llegaría el día en que, al enlazarse, el aroma de ellos quedaría en él y el suyo propio quedaría por siempre en ellos. Jimin portaría ambas marcas en él y él mismo los dientes de TaeHyung dejando en claro que era un Beta reclamado.

Él jamás podría oler sus aromas mezclados, pero la gente sabría que estaba reclamado y tenía a su pequeña manada con él.

Esos colgantes, esas gargantillas de plata, colgando de ambos cuellos y cayendo hacia él. Llora. JungKook llora más fuerte creando ansiedad repentina en sus destinados. Tomando ambas nucas contrarias con fuerza y pegando sus labios inicia un beso posesivo y que grita demasiado a ambos contrarios.

TaeHyung no duda no un segundo en seguir el beso demoledor, Jimin es el primero en sacar su lengua para buscar el contacto con las contrarias. Tan solo la falta de respiración, por el agitado latir de su corazón a causa del llanto, hace que se separen.

El Trabajo de Unión del Beta Eterno ~ Kim TaeHyung ~ Jeon JungKook ~ Park Jimin Where stories live. Discover now