Rusame [Mafia AU]

Capítulo III

Nueva noche de trabajo, hay una canción diferente en el show con nuevos pasos para el deleite del público. Ahora la vestimenta del americano consiste en un tipo de uniforme militar bastante revelador, no había más que un arnés decorando su torso y espalda desnuda, con unos pantalones ajustados que alborota de más a los espectadores quienes, por cierto, nunca habían visto al omega vestir así antes, con una mascarilla de cuero en su rostro que sólo muestra los ojos azul profundo del omega durante el baile.

Nuevamente la mejor mesa la tiene al ruso, quien esta vez no está acompañado por el ucraniano, ya que este quería darle al mayor más "libertad" de hacer lo que quiera. Rusia observa atentamente cada detalle del baile, dándose cuenta que en varias ocasiones el omega le ha dedicado una que otra mirada lasciva, llegando al punto de pensar que este show estaba siendo dedicado por completo a él.

El espectáculo termina, una lluvia de rosas cae nuevamente sobre el stripper quien agradece con una reverencia que disimula su respiración agitada. Rusia no pierde tiempo y lanza una rosa azul nuevamente al escenario con un papel impregnado de sus feromonas, en el mar de rosas rojas es destacada a la vista del de habla inglesa, por lo que le fue fácil tomar esta entre tomas las demás.

Las luces vuelven a la tonalidad suave de antes, justo cuando USA acerca la rosa para besarla sobre la mascarilla mientras guiña nuevamente hacia el mafioso, logrando que este casi gruñe complacido por el acto ajeno. El omega logra irse antes de que las luces aumenten en intensidad por el salón.

Sin embargo, esta vez no hubo un acercamiento atrevido como al final del último espectáculo, lo único que hizo USA fue pasar de largo justo al lado del mafioso con la rosa sobre donde deberían estar sus labios. Ciertos espectadores alfa gruñeron complacidos al ver la imagen, pero nadie se acercaba al omega, ya que el aura intensa del ruso estaba presente, intimidando a cada uno de ellos.

...

—¿Qué tal el cortejo? Bro— Comenta Canadá apenas nota la presencia de su hermano en la barra, usando el español con la mejor fluidez que podía tener. En casa hablaron sobre el posible hecho de ser espiados por el ruso en sus conversaciones, a lo que Pensaron que tal vez si hablaban otro idioma sea menos entendible para él.

— No sé si decirle "cortejo". Pero ya hice mi jugada, solo espero que haya dado resultado—, USA contesta con desinterés, ocultando el nerviosismo que tiene desde que supo la identidad del ruso.

— Como digas, aunque si eres discreto para verlo. Notarás el problema que causaste bro.

Disimuladamente, USA voltea en su asiento con elegancia hacia las mesas del público siendo entretenidos por el personal para finalmente dar con Rusia que, efectivamente, tenía una erección que intentaba ocultar a toda costa, cruzando las piernas.

—Oh fuck.

—¿qué tal si le ayudas con su problema?— insinúa Canadá.

—Admito que no estaría mal jugar con la paciencia del poste, pero aún aprecio mi vida, bro.

—Solo decía— Termina la charla y se aleja al otro lado de la barra para atender a los demás con velocidad, no sin antes darle la copa al mayor.

Si bien el alfa puro estaba a una distancia considerable del omega, no fue un impedimento para ignorar la intimidante erección que este tenia. Sonaba ridículo si lo pensaba con detenimiento <<Yo, el mejor del trabajo por años ¿asustado por la elección de un alfa? Patético.>>

El pensamiento le da coraje, levanta el trago para beberlo de golpe, sorprendiendo un poco a los cercanos en la barra. Se levanta decidido ignorando las preguntas de sus amigos y se dirige a la destacada mesa del local, queda de espaldas con la silla del mafioso quien aún no se percata de su presencia.