Capítulo X I

899 75 21
                                    

POV Ucrania

No puedo creer que apenas vi dos veces a ese omega, pero al menos sé que dejé a Rusia en buenas manos cuando estaba en celo. Después de que ese cuerpazo cerrara la puerta, tuvimos que irnos como pidió a una buena distancia de la habitación, esperamos despiertos hasta el amanecer, momento en la que al fin pudimos ver al ruso de nuevo.

Nunca lo había visto tan relajado, hasta me atrevo a decir que tenía una expresión más... feliz. Lástima que eso acabó cuando apenas nos vio al final del pasillo, volviendo a la actitud agresiva y seria de siempre, avanzó con molestia mientras soltaba feromonas pesadas descuidadamente, me puse detrás de Bielorrusia como escudo, no quiero morir tan joven por sus rabietaS.

- Les dije que no lo acercaran a mí en ese estado - juraría que, de ser otro género, me habría hecho en los pantalones del miedo. Era una de las cosas que adoro de ser beta, las feromonas no me afectan casi nada y solo huelo sus aromas, pero he de admitir que Rusia no las necesita para intimidar, con su aura es suficiente.

El aroma de Bielo se vuelve más fuerte, al parecer ella también soltó feromonas, pero no iguala a Rusia, quien tiene el pasillo sofocado con su olor. Ahora sí que no quería estar cerca de ninguno de los dos.

- Pues, déjame recordarte lo que dijiste claramente, lo escogiste a él para follarlo en tu celo ¿me equivoco? - responde Bielo dando un paso al frente.

- Yo decido lo que quiera hacer con él o no, pero no vuelvan a desobedecerme o en verdad me encontrarán molesto.

Espera, ¿ahora no está molesto? Pero si se ve furioso, un aura oscura lo rodea, es obvio que nos alejamos unos pasos ante ese peligro viviente. Al ver lo que hacíamos, Rusia baja sus defensas rápidamente como nunca lo vi hacer, pero lo que me dejó perplejo fueron sus palabras.

- No quiero cometer un error por algo tan simple como un celo, pero ahora que tengo alguien con quien pasar esto... me preocupa.

Ambos nos sorprendimos ante la confesión de nuestro hermano, nunca lo habíamos escuchado decir que le preocupara algo que no sea nosotros o padre, ojalá pudiera grabar esta humill- digo, esta confesión única para más tarde.

- Oh vamos, hermano. Eres el que mejor se controla ante situaciones difíciles, ya verás que esto no será nada. Míralo como un desafío y lo resolverás - le aconsejo apartando a Bielorrusia para vernos cara a cara, ignorando las quejas de mi hermana, podía notar que mis palabras lo habían motivado.

- Me gusta la idea, siempre has sido bueno para los desafíos. Puede que verlo de esa forma te ayude - completa nuestra hermana para darme un codazo al final por el empujón que le di, no puedo evitar la risa por su acción infantil.

- Gracias hermanos. Ahora, tengo que irme al club del de sombrero - ok, eso me desconcertó.

- ¿Para qué vas allá? ¿él te pidió algo? Podemos conseguirlo por ti - sugiero, prefiero a mi hermano feliz cerca del omega a que vuelva a andar gruñón por la vida como siempre por culpa de ese alfa inglés.

- No es eso - abre la puerta principal para voltearse a vernos, igual como lo hizo aquel omega - tengo trabajo que hacer, no se acerquen al cuarto ¿entendido? Oh, y manden algo para que el omega coma cuando despierte.

Sin esperar respuesta de nuestra parte, cierra la puerta. Nos quedamos mirando un rato bastantes confundidos, por cómo me mira asumo que piensa lo mismo que yo.

"¿Acaso Rusia... sonrió?"

...

Ya en la noche, esperábamos pacientes la llegada del gruñón, o al menos yo lo hago. Bielorrusia se fue a dormir hace unas horas, ya eran horas de madrugada y aún no llega. Ya estaba por abortar la misión e irme a dormir cuando siento la puerta de la entrada principal abrirse de un portazo. Con rapidez agarro mi pistola oculta en la ropa para acercarme a la entrada acompañado de unos hombres más armados que yo, pero cuando supieron quien dio la entrada escandalosa se apartaron de inmediato, dejando que vea a mi hermano manchado de sangre.

Rusame [Mafia AU]Where stories live. Discover now