Rusame [Mafia AU]

Capítulo X V

POV USA

Si antes no quería entrar a este lugar, ahora solo quiero que me maten lo más pronto posible. Solo había pasado unos minutos desde que entré y ya no soporto su toque, su olor me da náuseas, cada beso me daban ganas de golpearlo con fuerza, pero no puedo hacerlo, no puedo poner en peligro a mi hermano.

— ¿Te gusta, pequeña perra? — susurra en mi oído su asqueroso ser con olor a té cargado, no lo soporto. Una bofetada me saca de mis pensamientos, volteo a ver su furiosa mirada roja, unos ojos que me persiguen desde que lo conocí hace años — ¡Responde!

— Eres mi cliente favorito, deberías saber la respuesta — respondo con ironía, recibiendo un nuevo golpe en mi cara.

— ¿Para qué pregunto? De todas formas solo sirves para esto, no eres nadie sin mí — la lencería se rompe poco a poco por sus garras, nuevas marcas de golpes y chupones quedan en mi piel, solo quiero que pase, mientras rápido empiece, más pronto me iré.

No había notado cuando empecé a llorar hasta que un golpe y un "si no te callas te irá peor" me lo hizo notar, a lo que no me quedó de otra que tapar mi boca con una mano.

— Apestas a alfa — murmura molesto el de estrellas amarillas.

— ¿Qué esperabas? Soy irresistible~ — de nuevo esta "máscara", casi puedo sentir una completa en mi rostro. El alfa comienza a desvestirse desesperado, no le importaba nada.

— Hueles a UN alfa, un aroma que se me hace lejanamente familiar pero no puedo reconocer claramente. ¿Puedes decirme quién es?

— No sé a cuál de todos te refieres, alfa. Pero conoces mejor que nadie las reglas, soy una tumba — ni muerto diría el nombre de mi cliente favorito a este psicopata mitad dragón, no quiero perjudicarlo.

Escucho ruido en la entrada de la oficina, como un escándalo de los gorilas peleando con alguien, pero no siento ningún aroma además de China.

La puerta de terciopelo se abre de una patada externa, varios hombres con armas nos apuntan desde el escritorio donde China se desnudaba frente a mi sentado en esta.

Un hombre alto entra calmado al salón que simula ser oficina con el rostro oculto por una máscara y una ropa informal, con un aroma que reconocería incluso estando resfriado... o con ese perfume que lleva encima.

— ¡¿Honey?! — si no estuviera en tal situación, lo hubiera elogiado por el aspecto que tenía. Esos jeans y abrigo de piel, sin su característico gorro ruso y en su lugar el que tiene el abrigo, se ve apuesto.

El alfa puro sonríe ante el apodo sin notarse por la máscara, intento levantarme para ir a su dirección, pero un agarre agresivo sostiene mi cintura enterrando sus uñas en mi piel, creando nuevas heridas, a pesar de que China se ve confundido, reconocía que el aroma del alfa recién llegado estaba en mi cuerpo.

— Así que tú eres quien cogió con mi perra ¿eh? — agarra con falsa suavidad el cuello ajeno — vas a extrañar su culo cuando lo marque ahora.

Con un rápido movimiento, el chino quita el collar del omega y lo agarra firme del cuello, espantando al de 50 estrellas quien, desesperado, intenta quitar esas manos de encima sin resultado. Rusia estaba a punto de intervenir dando señal a fuego hacia el chino, pero lo que pasó a continuación lo dejó perplejo.

China saca un arma apuntando directamente al ruso, aunque si bien esto no intimida al alfa puro, aterra al omega.

— Más vale que cooperes, perra. Si no quieres que una de tus fuentes de dinero se vaya al otro mundo — puede sentir como besa su nuca, sintiendo náuseas.