Capítulo V

964 79 10
                                    

Al llegar al bar, el canadiense reanuda su trabajo como si nada hubiera pasado, dando un espectáculo visual a los demás al hacer cada trago. Sin embargo, estaba tan concentrado que notó la presencia de cierto mexicano.

— Que onda carnal ¿por qué llegaste corriendo?- esa voz casi hace que una copa se caiga de las manos al beta.

— ¡Ah! Hola...— intenta calmar su respiración, seguía tenso por si era descubierto por el jefe—. No es nada, me distraje en el descanso y no vi la hora. Pero volví a tiempo.

— Si tú lo dices... y ¿Qué tal el gringo? ¿Dónde está?— cambia el tema al no estar convencido, pero no iba a presionar al canadiense.

México se lleva relativamente bien con todos en el lugar, ya que también eran sus hermanos en su mayoría, pero a los de habla inglesa también era cercano por años, algo que apreciaban los antes mencionados. Después de todo, los latinos estaban viviendo en el hogar de los hermanos gringos por años, pero eran pocos los que no trabajaban aquí.

— Pues... — la imagen de su hermano con el ruso no se le quitaba de la mente, como tampoco los sonidos que se escucharon incluso fuera de la habitación, su expresión hace que el de traje exótico se de cuenta.

— No me digas que ya se están cojiendo— susurra sorprendido y mira el reloj del bar—, apenas son las tres de la mañana.

— No me lo recuerdes, creo que me traumé.

— ¿Tú? El creador del Pornhub ¿traumado? No me chingues.

El canadiense cubre la boca ajena avergonzado, aunque no sirvió de mucho por la máscara que portaba el latino.

— Te dije que no hablaras de eso en público, es secreto.

— Como digas joto— aparta la mano ajena—. En fin, ¿con quién le tocó al gringo?— espera la respuesta expectante, le encantaba guardar los chismes de todos.

— Con el alfa puro que llegó hace un par de noches.

— A la madre... que mal, yo quería ofrecerme primero.

— No te lo recomiendo, sinceramente—. Responde Canadá con cautela.

Si bien el ruso le dio una buena a primera impresión al inicio, no quería saber como trataría a su hermano en la cama por culpa de aquellos sonidos, le daba desconfianza su actitud posesiva.

— ¿Tan cruel es? Creí que el dragón culero era el peor— comenta sorprendido el mexicano—. En ese caso, mis condolencias por el culo gringo de tu hermano— dramatiza con una pose exagerada de lamento, sacando algunas risas del beta, adora cuando el omega lo distrae de sus preocupaciones.

— ¿Y que hay del tuyo? Vi que te tocó con...

— Sí, sí. No me lo recuerdes— interrumpe el latino, molesto— ese alfa mal nacido aún sigue creyendo que puede hacer lo que quiera cuando ya tiene un lazo con su omega, me encantaría que se rindiera.

— Suerte con eso, tal parece que le gustan los retos.

— Ugh, cada vez envidio menos a tu hermano. Se merece un premio por lo bien que actúa en la cama para aguantar mierdas de los clientes— refunfuña en voz baja.

Ambos dejan la conversación al ver que un beta se acerca a sentarse junto al mexicano y la barra, era Ucrania. Canadá observa por un momento la apariencia ajena, era un cliente habitual en su bar, pero no por eso perdía lo atractivo cada vez que venía.

— ¿Lo de siempre?

— Por favor.

El trago no se hace esperar para el europeo, quien satisfecho recibe el pedido. Mientras tanto, el mexicano miraba indiferente al beta recién llegado, ya sabía que coqueteaba con el norteamericano bicolor y le molestaba su insistencia hacia su amigo.

Rusame [Mafia AU]Where stories live. Discover now