𝒞𝒶𝓇𝒹𝒾𝑔𝒶𝓃 ❗️Pedri González

OO2 ━━━━ errores humanos

㍿
( 𝗰𝗮𝗽𝗶𝘁𝗼𝗹 𝗱𝗼𝘀 )
capítulo dos

Este chico era mucho más interesante de lo que creí. Aunque me costaba unos cinco segundos procesar lo que me decía y fingir que estaba sobria, habíamos entablado una buena conversación.

— Y así logré jugar en el Barça.

— Que bueno. Me alegro por vos. Se que puede ser el sueño de muchos. — uso oraciones cortas, así las ideas no se me enredaban.

Ya habíamos bebido unos vasos más. El estaba comenzando a embriagarse, y yo sentía que ya no corría sangre por mis venas. De seguro que ahora me daba un coma etílico.

No se de donde se me ocurrió, pero le pregunté por su más grande sueño. Definitivamente que estaba ebria. ¿Quien carajos liga de esta manera? Soy un desastre. Pero en vez de ignorarme e irse a buscar otra, me lo respondió.

— ¿Y el tuyo? — lo miro, sin entender — ¿cual es tu más grande sueño?

¿Enserio estábamos hablando de esto mientras que todos los demás están bailando y metiéndose la lengua hasta la garganta?

Si, enserio.

— Creo que lo que más sueño es ser capaz de ayudar a todos. A todos esos niños y personas que tienen carencias, ¿sabes? ser capaz de darles una vida digna y que dejen de sufrir. Que tengan las mismas oportunidades que tenemos los demás. ¿Sabes que la pobreza monetaria en Argentina alcanza a más del 40% de la población? Es horrible.

Oficialmente soy un desastre ligando.

¿Por que estaba siquiera dándole esos datos? Le debe importar una mierda. Ni siquiera vive en Argentina.

— Perdón, que vergüenza. Vos teniendo oportunidad de irte con alguna otra mina y yo aquí, hablándote de pobreza monetaria — río un poco, con nerviosismo.

— ¿Que dices? Pero si estaba metidisimo en el tema. — alza los brazos — Mira que ni las charlas antes de los partidos logran atraparme así — no sé si está siendo sarcástico o no, pero si se que me hace reír mucho. — Puede que se deba a quien me está hablando.

— Joder. ¿Entonces soy más guapa que Koeman?

Logro hacer que suelte una risotada y creo que me quedo embobada viéndolo sonreír.

— Si si, es que no me van las rubias.

— ¿Ah no? — él niega, estirando un poco su labio inferior. Se me hace imposible no llevar los ojos a estos. El ambiente se tensa por alguna razón — ¿y cual es tu tipo entonces?

Me mira.
Lo miro.
Nos miramos.

Sus ojos bajan a mis labios, y me pone nerviosa. No quería que el alcohol me haga hacer cosas de las que podría arrepentirme, pero el impulso de lanzarme a él me estaba ganando.