✰*ૢ✧ ཻུ۪۪⸙︽︽︽︽︽︽︽︽◌ ༉‧₊˚⁺ ˖˚ 𝗳𝗶𝗿𝘀𝘁 𝗯𝗼𝗼𝗸
╰─► 𝗖𝗔𝗥𝗗𝗜𝗚𝗔𝗡 ∞ ❝ DIBUJASTE ESTRELLAS
AL REDEDOR DE MIS CICATRICES, PERO
AHORA ESTOY SANGRANDO ☆ ❞
➤ ଽ 𝗩𝗔𝗟𝗘𝗡𝗧𝗜𝗡𝗔 𝗠𝗘𝗦𝗦𝗜 jamás pensó que el pibe con el...
Author's note: si pasamos los 30 comentarios puede que haya actualización mañanaaaaaa 🫶🏼 (aprovechen y comenten oka?
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( 𝗰𝗮𝗽𝗶𝘁𝗼𝗹 𝗱𝗶𝘃𝘂𝗶𝘁 ) Capítulo dieciocho
— Adiós mamá. Adiós papá.
— Adiós, los amamos.
— Nosotros también.
Los despedimos. Todo parece tristeza hasta que se alejan en el coche, entramos a la casa, cerramos la puerta y todo se descontrola.
Mis hermanos comienzan a gritar y a saltar. Encienden la televisión de la sala, ponen música y Mateo se adueña de su batería para dar un concierto.
— Rock and roll, baby — dice, y por más que me encontraba aterrada, logra sacarme una carcajada — Valen, baila con nosotros.
— ¿No podían esperar un poco más para hacer desorden? — ellos niegan. Ruedo los ojos, y se que no tengo más oportunidades.
Me piden que les ponga su canción favorita, y esa era Believer, de Imagine Dragons.
Bailamos, cantamos y reímos. Me estaban haciendo reír demasiado, pero al mismo tiempo comenzaba a estresarme un poco.
Ya me había cansado, pero estos niños tenían pilas como para todo un año. No dejaban de jugar, de correr por aquí, por allá, iban al patio, jugaron fútbol, luego regresaron y se pusieron a jugar en la sala.
— Mateo, tene cuidado con los jarrones — le advierto. Él hace unas muecas, imitándome — Estoy hablando muy enserio, Matu.
— Yaaa.
Me siento en sofá, y mientras juegan con Hulk y Curly, hablo con mis amigas. Luego se acerca Matu mostrándome que se ha puesto un casco de esos que teníamos guardados en el garaje.
Vuelve a irse y vuelvo a concentrarme en mi celular. Pero siempre tengo que estar viéndolos porque Thiago y Mateo eran muy bruscos, y Ciro era más delicado, y más chiquito. Me daba miedo que lo terminen lastimando.
Pongo una serie, e intento concentrarme en eso, pero no puedo porque los tengo gritando por toda la casa.
— Tina — se acerca mi hermano menor. Con el ceño fruncido, con aparente tristeza — Ya no quiero jugar con ellos.
— ¿Por que, Tito? — lo acerco a mi, y hago que se siente sobre mis piernas — ¿Te han golpeado?
— Matu juega muy fuerte.
— ¿Quieres quedarte aquí conmigo? — le pregunto — ¿O quieres que te dé el móvil? — cuando se lo propongo parece que se le ilumina el rostro. Asiente con efusividad y no espera ni dos segundos, ya me lo ha quitado.
