O37 ━━━━ 3 meses

3.2K 244 58
                                    






( capítulo treinta y siete )

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.







( capítulo treinta y siete )





Abro los ojos cuando siento cortos besos en mis mejillas. Me tardo unos segundos en acostumbrarme a la luz que ingresaba por la habitación.

Me remuevo un poco, y lo primero con lo que me encuentro al girarme hacia la derecha, es a mi canario favorito, con cara de recién levantado, y con el pelo desordenado.

— Buenos días. ¿Qué hora es?

— Buenos días, casi las cinco — vuelve a besarme — ¿Como estuvo la siesta?

— Excelente. ¿Y la tuya?— trazo figuras imaginarias sobre su abdomen. Luego alzo la cabeza, y me encuentro con sus ojos observando mis movimientos con atención y una sonrisa.

— Más que bien.

— Me alegra.

Se acerca a besar mis labios. Es solo un beso rápido, y suave, un ligero contacto entre su boca y la mía.

La mano que descansaba sobre su pecho, va bajando lentamente. Creo que él era consciente de mis intenciones, y era por eso que me detuvo.

— Alto ahí, pijilla. Tengo que irme a jugar — me recuerda, y recibe una mueca de disgusto de mi parte — Por más que me encantaría quedarme contigo, debo cumplir con mis deberes de futbolista.

— Pues falta hoy.

Mi propuesta lo hace reír a carcajadas. Era obvio que no podía faltar, pero la idea se me hacía la mejor cuando estábamos así de cómodos aquí.

Hoy el Barça juega en el Camp Nou, aproximadamente a las 21:00hrs. Pedri me recogió de la universidad, fuimos a su casa en donde almorzamos, luego vinimos a la mía, vimos algo en la tele, y luego un beso llevo a otro beso, que comenzó una importante acción en el sofá y que terminó en la cama de mi habitación.

— No puedo faltar.

— Hazte el lesionado. — besó su hombro. Lentamente, subo una de mis piernas sobre la suya, e intento volver a quedar encima suyo. — Puedo ayudar con eso — alzo las cejas pícaramente, y niega.

— Valen...no puedo faltar, ni llegar tarde, — hago caso omiso a sus advertencias, y consigo mi cometido. Reacciona con un quejido cuando nuestras pieles vuelven a sentirse — no me la pongas tan difícil.

— Podemos ser rápidos — le repito su misma frase cada que nos quedamos cortos de tiempo.

— Así dijimos hace un rato, y me he cansado más que en un partido entero de titular. — exclama, con una preocupación que me hace sonreír. — Venga, Valentina.

Atrapo mi labio inferior entre mis dientes. Comenzaba a considerarme privilegiada por tener estas vistas gratis.

— Bájame. — le reto. Pero por supuesto que se la iba a poner difícil. Tomo el borde de la remera ancha que tenía puesta, y la subo por mi cuerpo hasta sacarla por completo.

 𝒞𝒶𝓇𝒹𝒾𝑔𝒶𝓃 ❗️Pedri González Where stories live. Discover now