O26 ━━━━ ¿puedo ser?

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( 𝗰𝗮𝗽𝗶𝘁𝗼𝗹 𝘃𝗶𝗻𝘁-𝗶-𝘀𝗶𝘀 )
capítulo veintiséis

Tengo que ponerme firme para no caer cuando Alexandra se abalanza sobre mi. Me abraza con intensidad, y hago lo mismo. La había extrañado demasiado, aunque habíamos hablado mucho, nada era igual que tenerla aquí.

— Pero mira ese nuevo look, tía. Te ves espectacular, joder — halaga el nuevo color de pelo, con una notable muestra de sorpresa — Te juro que creí que te harías cualquier cosa menos algo así, pero me encanta.

— Fue un impulso. Igual y tal vez me lo quito pronto — me alzo de hombros.

Había llegado a casa hace unas horas. Aproveche para hablar con mamá, papá y con mis hermanos. Les comuniqué que había llegado bien, y que tomaría una ducha.

Cuando les corte, fue eso lo que hice. Me metí a la bañera y no salí de ahí en 40 minutos. Me estaba quedando dormida de lo relajada que me sentía. Ya luego salí, y Alexandra llego a darme la bienvenida.

Pero me salió con que vayamos a cenar. Supe que venía con intenciones de sacarme un plan desde que la vi tan bien vestida.

— Anda, vamos, Valen.

— Alex, vengo de viajar 13 horas. Lo que menos quiero hacer ahora es ponerme a pensar que me voy a poner — me quejo. Tiro mi cuerpo en la cama, y cierro los ojos.

— ¡Valentina! Anda, levántate — me sacude — Hay un restaurante chulísimo y necesitamos celebrar tu cumpleaños, porque no estuve contigo, y eso es un pecado.

Ruedo los ojos, y no se como, pero termino accediendo. Alexandra se emociona, y se pone a ayudarme a buscar que ponerme. Sinceramente, yo no quería hacer absolutamente nada, pero tampoco me vendría mal salir.

— Yo opino que esto se te vería genial.

— Alexandra, vamos a cenar, no a la Met Gala. — le digo, horrorizada por lo que me acaba de sacar para usar — Sos re pesada, vos. ¿No podemos ir otro día?

— ¡No! — se acerca a mi, dejando de lado todas las cosas que me había sacado — Esta es tu bienvenida a Barcelona. Así que, tenemos que salir.

Mis fuerzas para negarme se agotan.

Alexandra se encarga de peinarme, de maquillarme, de encontrar el conjunto perfecto, y de que no me demore mucho en salir.

Ya estaba lista, pero estaba en el móvil, cuando ella entró a la pieza de nuevo. Me lo arrebató, y la miré mal.

— ¡Oye!

— Apúrate, deja de estar en el móvil, niña — me llama la atención — ¿Con quien hablas?

— Pedri me ha ignorado todo este tiempo. Osea, era mi cumpleaños, y no me mandó ni un solo mensaje — le cuento, con el ánimo por el suelo — Creí que sería la primera perdona a la que vería cuando aterrizara, pero no fue así.

— Bueno, deja de pensar en ese tipo y alégrate que hoy estarás con tu mejor amiga — me da una sonrisa y deja un beso en mi cabeza — Anda, vamos que se nos hace tarde.

Cojo el bolso, el móvil, y salimos de casa. La cual estaba demasiado callada, se sentía la ausencia de mis hermanos. Tal vez Alex tenía razón, y salir era una buena idea. Porque si me quedaba aquí, no haría más que extrañarlos.

Subimos a su auto, y nos marchamos con dirección al lugar en donde Alexandra había hecho la reservación.

Vamos escuchando música en el coche. Música de la que le gustaba a Alexandra. Ella era muy fan de The Weeknd, literalmente cuando lo conoció le propuso que se casara con ella. Obviamente que él no la entendió porque se lo dijo en español, y porque estábamos muy pequeñas.

 𝒞𝒶𝓇𝒹𝒾𝑔𝒶𝓃 ❗️Pedri González Where stories live. Discover now