𝒞𝒶𝓇𝒹𝒾𝑔𝒶𝓃 ❗️Pedri González

O30 ━━━━ adiós Barcelona

( 𝗰𝗮𝗽𝗶𝘁𝗼𝗹 𝘁𝗿𝗲𝗻𝘁𝗮 )
Capítulo treinta

Nunca me habían gustado las despedidas. Las odiaba demasiado. Me parecían la cosa más dolorosa que alguien tenía que hacer, en todos los casos.

Ahora todo lo único que hacía, era limpiarme las lágrimas mientras íbamos en la camioneta entrando al estadio, y veía a todas las personas llorando, sosteniendo carteles y usando la camiseta del Barça con la 10.

Iba junto a mis hermanos, los cuales es de seguro no entendían mucho, al menos Ciro y Mateo. Thiago era más grande, y algo entendía. Aunque la noticia si les afectó, pero no mucho por papá, sino porque tendrían que comenzar una vida nueva en Francia.

En los asientos delante nuestro, iban nuestros padres. Papá no había derramado una sola lágrima, al menos no frente a mi, pero sabía que todo esto era difícil y doloroso para él. Sabía que en algún punto se quebraría, y no sabía si estaba preparada para ese momento.

— Por aquí por favor.

Personas de seguridad nos guían hacia el salón en donde se daría la conferencia de despedida de mi papá. Porque si, ni siquiera había una despedida en la cancha, con público, era todo a puertas cerradas. Aunque creí que todo se había terminado con una buena relación, fue todo lo contrario.

— Hola, Busi — le saludo cuando se acerca a nosotros. Es el primero que saluda a mi papá, y es que él era la única persona que yo consideraba podía reemplazarme a mi papá en la capitanía.

— Siento que tengáis que iros, pequeña.

— Son cosas que pasan. No todo puede durar para siempre.

Me da una sonrisa que no se debe a la felicidad exactamente. Y sabíamos que para nadie esto era algo feliz. Lionel Messi, quedaría para la historia, como uno de los mejores jugadores qué pasó por el Barça. Y eso que estar en esa lista era demasiado complicado, por todas las estrellas que estuvieron aquí.

Junto con mi mamá y mis hermanos, nos sentamos en donde nos indican. Entre las dos, están sentados Thiago y Mateo, y a mi lado, para la izquierda, está Ciro. Les advierto que deben hacer mucho silencio, y que deben comportarse.

Minutos más tarde llegan más jugadores, los cuales también nos saludan, y nos hacen llegar su tristeza por el final de la carrera de mi padre en el club.

Me doy cuenta que Pedri ha llegado cuando mi hermano, el más chiquito de todos, sale corriendo hacia donde está él, gritando su nombre. El canario lo toma en sus brazos y lo alza. Venía acompañado de Eric, quien observa la escena con una sonrisa.