O40 ━━━━ final: Cardigan

3K 227 47
                                    



( 𝗰𝗮𝗽𝗶𝘁𝗼𝗹 𝗳𝗶𝗻𝗮𝗹 )capítulo final

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.



( 𝗰𝗮𝗽𝗶𝘁𝗼𝗹 𝗳𝗶𝗻𝗮𝗹 )
capítulo final


Estaba recostada en la cama, con Mateo a la derecha, Thiago a la izquierda, y Ciro tumbado en mis piernas. Les había dado ganas de ver una película, y yo estaba feliz porque no hacía absolutamente nada en todo el día mas que coordinar distintas cosas sobre la organización de la fundación.

Las cosas no iban mejor que antes.

Estábamos viendo Peter Pan, y
no ayudaba en nada.

Los ánimos estaban muy por debajo. Que perdido tal vez uno o dos kilos. Como nunca en mi vida, concentré mis energías en el gimnasio. Si no estaba en casa, estaba allí. Al menos cuando hacía desgaste físico, mi cerebro se concentraba en lo cansada que estaba y no en el dolor que sentía.

Creí que, con el pasar del tiempo, iba a dejar de ser tan difícil. Tal vez dejaría de doler, o que podría olvidarlo. Pude olvidar a Manuel en unos cuantos meses, y la parte ingenua de mi, creyó que con él sería igual.

La diferencia era que, cuando sufría por Manuel, lo conocí a él, y era tan increíble, que todo lo que extrañaba con mi ex pareja, quedaba como algo insignificante con todo lo que él me daba.

¿Y ahora? No hay nadie que pueda reemplazar su lugar. Nadie puede hacerme olvidar, ni puede hacer ver insignificante lo que vivimos juntos.

Tenía miedo. Me aterra no poder superarlo, y no ser capaz de volver a enamorarme.

— Valen...¿por que lloras? — regreso la mirada, y me encuentro con el último de mis hermanos mirándome con las cejitas fruncidas — ¿Estas triste?

Me seco las lagrimas rápido. Les doy una sonrisa para que no se preocupen, ni hagan preguntas.

Son niños, son curiosos y les intriga muchas cosas. Al igual que se confunden. Me costo mucho hacerles entender porque ya no veían a Pedri, ni lo veían conmigo, ni lo verían nunca más.

— Estoy bien, chicos. ¿Quieren más?

— ¡Si!

Voy hacia la cocina por más pochoclo. Aunque podía llamar a la persona que trabajaba con mis padres aquí en la casa de Barcelona, preferí ir yo. Así tomaba un poco de aire y aprovechaba para dejar de llorar como una pelotuda.

La pantalla de mi celular se enciende con un nuevo mensaje. Sonrío al ver el remitente.

Nicolás había sido un gran amigo estos meses. Me ayudó muchísimo. Bajé el rendimiento en la universidad, y comencé a faltar a muchas de las clases importantes. Él se ofreció a darme sus apuntes, a explicarme y ayudarme en los exámenes.

 𝒞𝒶𝓇𝒹𝒾𝑔𝒶𝓃 ❗️Pedri González Where stories live. Discover now