Jimin es un omega mimado que siempre obtiene lo que quiere. Amante del rosa, las fresas y alardear de cada uno de los lujos que sus padres le ofrecen sin inhibiciones.
No obstante, llega un día en el que con su familia tiene que acudir a un sitio do...
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Momo llegó a la mansión Park siendo un completo desastre de energía.
—¡Nana! —chilló alegre, contagiando a la mujer de ojos amables—. ¿Se encuentra Jimin en casa?
—Está en su habitación —contestó risueña por ver a la menor tan inquieta—. Puedes subir, ahora mismo les llevaré algo de comer.
—Gracias, pero no será necesario —respondió Momo de camino a las escaleras—. Saldremos y Jimin se quedará conmigo esta noche, ya hablé con sus padres.
La mujer mayor se sorprendió con la nueva información, si lo que Momo decía era verdad ella tenía que tener la confirmación de los padres de Jimin. Tomó su móvil y efectivamente había un correo de Park Sehun avisando del permiso otorgado para que su hijo durmiera fuera de casa.
Sonrió aliviada. —En ese caso me iré a terminar la cena.
La chica se detuvo cuando estuvo frente a la puerta de la habitación de su amigo, inspiró profundo para ingresar, mientras su mente se encargaba de recolectar las palabras adecuadas para convencer al omega de ir a las carreras.
Conocía a Jimin y cambiaba de opinión cada segundo. Taehyung no podría asistir porque estaba estudiando para un examen, y sin la presencia del pelirrojo sería más difícil convencerlo.
Lo miró sentado frente a la MacBook y con pijama. Con eso Momo supo que su amigo no tenía planes para salir.
Era una lástima que ella fuese tan insistente.
Se desplazó en silencio a través de la gran habitación ignorando los ojos curiosos de su amigo. Llegó hasta el armario del chico donde escogió unos pantalones de mezclilla de cintura alta, un crop top verde oscuro, una chaqueta negra, y unas botas Prada del mismo color.
Dejó el conjunto de ropa encima de la cama y se movió rápidamente hacia donde estaban las joyas. Tomó un par de anillos discretos con unos aretes largos.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó Jimin.
—¿No es obvio? Estoy escogiendo lo que usarás esta noche, necesito algo cómodo pero que te haga lucir bien.
El omega rodó los ojos. —Devuelve eso a su lugar, y sabes que con todo me veo bien.
—Vamos a ir a las carreras, ya tengo el permiso de tus padres —sentenció ella con las manos en la cintura.
—¿Les dijiste donde piensas llevarme? —indagó con una ceja alzada.
Momo carraspeó. —No exactamente, pero eso no es lo importante.
—No iré.
—Créeme, lo harás.
—Hablé con Taehyung y me dijo que él no iría porque tiene que estudiar —reveló Jimin—. Estoy casi seguro que tú desaparecerás para enredarte con el chico rubio y me dejarás solo con un montón de desconocidos, ¿qué se supone que haré entonces?
