Jimin es un omega mimado que siempre obtiene lo que quiere. Amante del rosa, las fresas y alardear de cada uno de los lujos que sus padres le ofrecen sin inhibiciones.
No obstante, llega un día en el que con su familia tiene que acudir a un sitio do...
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Jimin se refugió en la mansión de sus padres un miércoles por la tarde. Yoongi recibió el mensaje por parte de Yujin el jueves, y ya para el viernes el comandante Ri dio las últimas indicaciones.
El sábado trabajó en el estudio de tatuajes durante toda la mañana. La tarde la invirtió en pasar tiempo con su familia, conocer los avances de Jungkook y celebrar, ya que por fin su hermano tenía fecha exacta para la cirugía que le permitiría caminar.
Le hubiese encantado mirar a su novio, aunque fuese a la lejanía, pero no podía exponerlo de esa manera. Lo extrañaba mucho, los mensajes y las llamadas no eran suficientes; es por ello que estaba un poco emocionado al saber que en esa noche de sábado, todo terminaría.
Por orden directa del comandante Ri Jeong, Yoongi asistiría al callejón negro sin la compañía de sus amigos. Por supuesto que al principio ninguno de ellos estuvo de acuerdo; sin embargo, terminaron comprendiendo que su presencia significaría un problema en caso de que la situación tomara un giro inesperado.
Además que, el pelinaranja se sentía mejor de esa manera, con todos los que amaba estando seguros y lejos del peligro que Ahn Jaehyun significaba.
El motor de la motocicleta al apagarse creó un ambiente tenso, aunque lo suficientemente débil como para poder controlarlo. Yoongi bajó, mientras sus ojos inspeccionaban cada rincón del callejón que para ese momento ya estaba lleno de personas.
Caminó con la arrogancia que siempre adoptaba cuando se encontraba en ese lugar, después de todo, tenía una reputación que se ganó con sangre y golpes, esa misma que debía mantener por su seguridad.
"Contigo no podremos usar micrófonos, debido a que correrías riesgo de ser descubierto. Te pido que estés tranquilo y con la mente concentrada, tenemos agentes infiltrados que te protegerán".
Las palabras del comandante Ri llegaron a su mente en el mismo momento que ingresó al edificio de las peleas. Los tipos de la entrada le permitieron acceso de inmediato, así que Yoongi aprovechó para escabullirse hasta la habitación que utilizaba para prepararse.
En ese momento exacto, los vigías de Jaehyun debían estarle informando su llegada.
Cerró la puerta con seguro, el camino corto de la entrada hasta la habitación lo puso alerta. Habían muchos subordinados de Jaehyun merodeando cada rincón del lugar, y Yoongi realmente se estaba esforzando por mantener la calma.
Se quitó la ropa con rapidez, se vistió con los pantalones de boxeo, y luego se calzó los zapatos a juego. Cuando estuvo listo, tomó una liga y se ató el cabello con fuerza para que no le estorbara al momento de pelear.
En el mensaje que envió Yujin, especificó que para esa pelea ninguno de los peleadores utilizaría guantes, solamente vendas; también dio datos precisos de su contrincante: chino, de veintidós años, misma altura y peso.
