☁️63: pandilla de hippies☁️

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—¿Un viaje?

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—¿Un viaje?

La pregunta de Lía provocó un silencio prolongado que únicamente fue roto por su hijo.

—Sí, es este fin de semana —informó Jimin—. No veo problemas porque ustedes están ocupados en los preparativos para la fiesta de aniversario del grupo Park, y yo me encargaré de dejar listos todos los pendientes que aún me quedan en la universidad.

—Estarás en celo para esos días, no creo que sea conveniente viajar —dijo la mayor, recordando perfectamente los ciclos de calor de su cachorro.

—Todo está controlado, madre —tranquilizó—. Estoy usando parches térmicos en el vientre, me tomé unos supresores y también me aseguraré de llevarlos para no tener inconvenientes en el viaje.

Los ciclos de calor de Jimin eran impredecibles. En ocasiones el omega lo único que deseaba era estar acostado en un nido, en otras su humor era pésimo, y había otras en las que demandaba por sexo rudo que hasta ese momento se limitó a saciar con ayuda de dildos y vibradores.

Ciertamente no sabía cual etapa le atacaría durante su próximo celo, de lo único que estaba seguro era que no permitiría que interfiriera con el viaje que habían preparado para el cumpleaños de su novio.

—¿Es importante este viaje como para que te expongas de esa manera?

—Lo es, no te preocupes que Momo y Sergey van a acompañarme —le dijo.

—¿Quienes más irán? —preguntó Lía.

—Chicos que no conoces —respondió sin dar más explicaciones—. Madre, te prometo que estaré bien.

Lía soltó todo el aire que tenía atrapado en los pulmones. Sabía que su hijo estaría bien, iba acompañado de su guardaespaldas y también de amigos, así que no tenía que preocuparse.

Además, de nada servía que su hijo pasara ese fin de semana en casa, pues ella y su esposo estaban bastante ocupados con los preparativos de la fiesta, y no deseaban que Jimin volviera a sentirse solo. Esa razón hizo que aceptara el pedido del menor.

—Está bien, Jimin —aceptó—. Pero te quiero de regreso el lunes por la tarde, ¿está bien?

—Promesa —accedió sonriente, hasta que recordó un detalle más que debía mencionar a sus padres—. Cuando regrese debo hablar de algo muy importante con mi padre y contigo.

—No veo por qué esperar, puedes hacerlo ahora —dijo su madre.

—Prefiero hacerlo cuando regrese, madre.

—Está bien, se hará como tú digas —respondió, un poco confundida por el comportamiento de su hijo.

—Bien, ¿hay algo en lo que pueda ayudarte? Todavía tengo tiempo antes de ponerme a empacar.

—Sí, ayúdame a elegir entre estos colores, quiero algo delicado y elegante —dijo ella, mientras le mostraba una paleta específica de colores a su hijo.

ᴛᴏᴄᴀʀ ᴇʟ ᴄɪᴇʟᴏ ☁️♡ ʸᵐ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora