☁️54: sabor a fresas☁️

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Se besaban con los ojos cerrados

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Se besaban con los ojos cerrados.

Los brazos del alfa rodeaban con posesión la cintura pequeña del omega, mientras permitía que sus labios exploraran la boca contraria con ansias reales, profundizando cada vez más el contacto de ambos.

Incluso llegó un momento en el que sus respiraciones se perdieron. Ellos no le dieron importancia, ya que, bajo ninguna circunstancias deseaban romper el beso.

Los dientes de Yoongi mordieron el labio inferior de su novio, hasta que un gemido bajo escapó de la boca contraria para hacerle sonreír.

Las manitas de Jimin acariciaron los hombros contrarios, e hicieron un camino de toques delicados hasta que llegaron al cuello ajeno, donde sus dedos tuvieron la oportunidad de tocar el cabello naranja que tanto le encantaba.

El omega jadeó cuando las manos grandes del mayor le apretaron la cintura, fue un toque demandante, posesivo y cargado de deseo, tanto que le hizo romper el beso para mirarlo a los ojos.

Se sintió derretir con la forma en la que Yoongi lo miraba. Tan deseoso, necesitado e íntimo.

—Quiero mi postre —murmuró el alfa con una sonrisa ladina.

Jimin le besó la mandíbula lenta y tentativamente antes de responder:

—Llévame a tu habitación para dártelo, alfa.

Yoongi no lo pensó, de inmediato cargó al omega estilo nupcial, y con pasos rápidos y firmes se adentró nuevamente en la casa. Subió las escaleras que lo llevarían a la habitación y, como la primera vez, dio algunos trompicones que causaron risas en Jimin.

El alfa dejó al menor encima de la cama, pero no se alejó. Lo encerró con su cuerpo fuerte y comenzó a besarlo con ansias locas, como un necesitado y un adicto sin control, hasta que sintieron como sus labios ardían en deseo crudo que poco a poco iba extendiéndose en sus cuerpos.

—¿Tienes condones aquí? —preguntó el omega.

—Sí, ¿me lo pondrás tú? —inquirió el pelinaranja, mientras sus labios recorrían el cuello ajeno.

—Acepto —respondió Jimin, volviendo a fundirse en la boca contraria.

Rodaron en la cama sin control, desordenando las sábanas y sus atuendos. Se las arreglaron para deshacerse de sus zapatos, y ya con mayor comodidad volvieron a fundirse entre caricias desesperadas y besos desordenados que entorpecían al máximo sus respiraciones.

Las manos de Yoongi fueron directamente a la camisa blanca del omega, la retiró con agilidad, permitiendo que sus ojos se deleitaran una vez más con el torso desnudo del menor.

—Como me encantas —susurró ronco, para luego dar una fuerte succión al pezón izquierdo.

Jimin arqueó la espalda como respuesta automática al estímulo que su novio ejerció con la boca.

ᴛᴏᴄᴀʀ ᴇʟ ᴄɪᴇʟᴏ ☁️♡ ʸᵐ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora