☁️77: la razón de la justicia☁️

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Cuando Yoongi terminó de leer la carta, quiso correr en una sola dirección

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Cuando Yoongi terminó de leer la carta, quiso correr en una sola dirección.

En esas palabras podía sentir el sufrimiento del chico que más amaba en su vida, la impotencia, el miedo; sin embargo, también pudo sentir tranquilidad y hasta felicidad por lo que sucedería a continuación con él. Y es que sería libre, después de tanto, Yoongi sería libre.

Pero estaba incompleto. El alfa jamás podría experimentar una felicidad completa si a su lado no tenía al motivo de sus sonrisas. Repetidas veces se dijo que estaba bien, que debía admitir la voluntad del omega para no hacerle las cosas más difíciles, que debía respetar su espacio... mas no podía, él no tenía la fuerza suficiente como para poder alejarse de su gran amor.

Apretó la carta contra su pecho sintiendo los latidos rápidos de su corazón. No quería admitirlo en voz alta, pero estaba aterrado y desesperado al mismo tiempo; necesitaba que lo sacaran de ahí pronto para correr a buscar a su chico, porque jamás lo dejaría ir, no sabiendo que el omega también lo amaba.

Había hecho la promesa de luchar por el amor que ambos tenían, por no rendirse, y Yoongi estaba dispuesto a cumplirla, aunque mil obstáculos se interpusieran en su camino.

Finalmente, se dio cuenta que el tiempo estaba a su favor cuando los guardias llegaron para abrir la celda en la que estaba. Lo llevaron hasta un espacio vacío donde le entregaron sus pertenencias. Yoongi fue rápido al quitarse el uniforme que estuvo usando para reemplazarlo por la muda de ropa que su madre le facilitó para ese momento específico.

En la puerta de salida le hicieron firmar un documento, y entonces, el alfa fue libre de avanzar todo lo que quisiera hacia el tumulto de personas que le esperaban con pancartas, sonrisas felices y mucho entusiasmo.

Estaba sucediendo en verdad, él era libre, y podía ver a pocos metros de distancia esa misma felicidad reflejada en todos sus amigos, en su madre y también en su hermano menor.

A pesar de ello, el corazón le dolió cuando entre todas esas personas no pudo ver una cabellera rosa, aniquilando las pocas esperanzas que le quedaban, pero protegiendo su fuerza de voluntad para cumplir con su promesa.

—¡Hyung! —gritó un omega envuelto en llanto, mientras luchaba con la silla de ruedas para acercarse al alfa.

Yoongi dejó su tristeza a un lado de sus pensamientos para poder concentrarse en su familia y amigos. Corrió hasta su hermano, se inclinó y lo abrazó con fuerza, permitiendo que Jungkook se aferrara a su camisa y que llorara refugiado en su pecho.

—Ya no llores Kook, ya estoy aquí —consoló, para luego dejar un beso en la cabeza del menor.

—Temía por ti —confesó el omega, sintiendo como el lobo en su interior se tranquilizaba gradualmente al reconocer la presencia de su hermano.

—Estoy bien —tranquilizó el alfa, notando como el menor salía de su escondite para regalarle una sonrisa hermosa que le hizo sentir mejor.

Segundos después, recibió el abrazo cálido de su madre. Somi estrechó a su cachorro mayor entre sus brazos, sintiendo como su omega interior se tranquilizaba cuando por fin pudo sostenerlo; con ayuda de sus manos suaves revisó cada rincón en el rostro contrario, notando de inmediato la tristeza que había en los ojitos rasgados que ella sabía bien, cuál era el motivo.

ᴛᴏᴄᴀʀ ᴇʟ ᴄɪᴇʟᴏ ☁️♡ ʸᵐ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora