Jimin es un omega mimado que siempre obtiene lo que quiere. Amante del rosa, las fresas y alardear de cada uno de los lujos que sus padres le ofrecen sin inhibiciones.
No obstante, llega un día en el que con su familia tiene que acudir a un sitio do...
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Yoongi estaba seguro que la muerte era la única solución para descansar.
Todavía no comprendía como el omega tenía tanta energía y fuerza para caminar animado por todas las tiendas que iban visitando; mucho menos se pondría a analizar como él mismo podía seguirle el paso después de varias horas.
Lo único rescatable de todo aquello era que Jimin tuvo la decencia de llevarlo a comer. Estaba bastante seguro que, de lo contrario, ya se hubiese desmayado por falta de energía.
Otra cosa que lo tenía pensando eran las muchas bolsas de compras y el auto tan pequeño en el que viajaban. Yoongi comenzaba a desconfiar, pues estaba seguro que el menor era bastante capaz de dejarlo tirado allí mismo para que sus compras cupieran en el vehículo.
Resopló con fastidio, el mal humor también estaba presente, pero lo estaba soportando como todo buen chico. Lo último que necesitaba era estresar a la nube rosa con sus quejas, sabía que debía mantenerlo feliz para que lo liberara lo más pronto posible.
Deseaba llegar a su casa e invernar por los meses siguientes.
—¿Hacia dónde? —inquirió. Esa pregunta la había repetido muchas veces en lo que iba del día.
Los pasos de Jimin se detuvieron, miró al alfa que le acompañaba e hizo un puchero mientras pensaba. Yoongi ya llevaba varias bolsas y continuaba cargando su bolsito rosa, además, comenzaba a sentirse agotado, así que solamente iría a una tienda más por algunas cosas que deseaba tener.
—Queda una tienda y luego a casa —dijo retomando su camino.
Yoongi lo siguió. —¿No te ibas a reunir con tu abuelo?
—Sí, pero luego me dijo que no podría debido a una acumulación de trabajo por la ausencia de mis padres.
El alfa se limitó a asentir. Siguió los pasos del omega en silencio, y tratando de ignorar a los guardaespaldas que sigilosamente los vigilaban a una distancia prudente; caminaron por un par de minutos en las lujosas instalaciones de la cadena de establecimientos exclusivos, hasta que uno en especial resaltó sobre los demás.
Se trataba de una ostentosa tienda erótica, donde los colores rosas y lilas sobresalían. Cristalerías altas y un letrero con escarcha dorada que mostraba el título "enchanted" justo al lado de la entrada.
Yoongi se sorprendió cuando notó que Jimin iba para esa tienda en específico. Sonrió ladino y continuó siguiéndolo, de pronto con sus energías renovadas y la curiosidad al tope.
Y por alguna razón desconocida el alfa deseaba ayudar al pequeño omega que continuaba en tan importante labor de hacer compras excesivas.
Cuando ingresó al lugar los ojos gatunos detallaron en la variedad inmensa de lencería que se mostraba de derecha a izquierda, luego miró a Jimin y no pudo evitar salivar cuando el menor tomó un conjunto diminuto y de color negro.
