Eternamente Tuya (#3) (Completa)

Capitulo 19: La fiesta de esta noche.

Actualización 2/2

Capitulo 19: La fiesta de esta noche.

—Escóndete. —le susurré a Hades señalando el cubículo del baño.

Hades me miró y entrecerró los ojos, no parecía tener ganas de moverse, aún menos porque literalmente lo estaba dejando con las ganas.

Paola volvió a tocar la puerta y dijo:

—¿Nube estás ahí?

Miré a Hades suplicándole con la mirada que me hiciera caso, es decir, había llegado con Florian a desayunar con mis amigas y minutos después estaba encerrada en el baño con uno de los empresarios más importantes del mundo, eso no me hacía quedar muy bien, mucho menos cuando ellas o sabía de mi pasado con él.

Me sentía terrible.

—Por favor. —le susurré a Hades, él tomó una profunda respiración y se alejó de mí caminando algo incomodo acomodándose su pantalón con la dura erección que le dejé y se metió al cubículo encerrándose.

Suspiré aliviada.

Al menos Hades parecía ser consciente de que sería todo un escándalo si nos descubrían.

Un escándalo innecesaria ahora que iba a involucrarse en un negocio con la familia Rutter.

—Sí, Paola, estoy aquí, ya salgo —dije arreglando mi cabello, mi rostro completamente enrojecido, mis ojos brillosos, mi cuerpo tembloroso.

Vaya pasión desenfrenada la que había sucedido aquí.

—¿Todo bien? Es que tardaste mucho —dijo Paola.

«Y en la mejor parte me interrumpiste, Paola».

—Es que lavé la mancha, y secaba mi vestido, por eso tardé —comenté, tomando la tela de mi vestido y me lo coloqué, ya estaba seca.

—Oh. —murmuró Paola.

Fui hacia la puerta abriéndola, encontrando a Paola ahí de pie de brazos cruzados algo preocupada, sus ojos se deslizaron por mi rostro y pareció aún más curiosa.

Esperaba que no viera mi culpabilidad.

—¿Vamos? —dije e inventé:— ¿Qué haremos hoy por fin?

La tomé del brazo y la saqué del baño mientras ella hablaba de una fiesta de empresarios que Florian había dicho que habría esta noche en el hotel y que nosotras estábamos invitadas, pero yo solo pensaba en lo que había pasado con Hades en el baño, lo excitante que fue y en que quería más.

Pero... ¿podría realmente tener a Hades como mi juguete sexual sin involucrar nuevamente sentimientos?

Es decir, a mi cuerpo le fascinaba, pero a mis recuerdos y mi ego se le hacía difícil volver a aceptarlo en mi vida.

—¿Estás bien? —preguntó Paola.

Aclaré mi garganta y la miré con mi mejor rostro donde no demostraba emociones, pero es que el sonrojo y mis ojos brillosos siempre fueron difíciles de ocultar para mí, me delataban.

—Sí, ¿por qué? —pregunté.

—No lo sé, desde hace unos días te noto inquieta —comentó.

¿Uh?

—¿Inquieta? —pregunté sin comprender.

—Sí, como si, no lo sé... te gustara alguien —soltó.