Eternamente Tuya (#3) (Completa)

Capítulo 85: Nuestra habitación

Actualización 1/2

Capítulo dedicado a: Claudia Puentes, Clara Riascs y Yeimmy por sus hermosos mensajes :D

Capítulo 85: Nuestra habitación

Muchas horas de vuelo.

Me dolía un poco la espalda a pesar de que eran asientos cómodos para el viaje, me levanté casi 2 veces a vomitar después de que me atosigué de jugo de manzana y entonces solo bebí agua sintiendo vergüenza de que pudiera vomitarle a Hades Parker.

Cuando por fin aterrizamos en el aeropuerto, me sorprendí de ver a Taylor Salvatore, el mejor amigo de Hades ya a nuestra espera, ahora que lo pensaba, no lo había visto cuando regresé del secuestro y Hades me comentó que Taylor había venido unos días antes para atender unos asuntos importantes de la empresa.

Nos saludamos, realmente Taylor me caía bien, aunque noté que Demetri estaba más cerca de nosotros, lo miré pero él se mantenía alerta, me tenté a preguntarle si estaba todo bien y él solo se limitó a decir que no me preocupara.

¿Cómo no preocuparme si parecía un águila?

Para mi tranquilidad, nos fuimos rápido del aeropuerto y llegamos directamente a la casa de Hades, Taylor estuvo un momento hablando con Hades de unas cosas de una empresa y luego de un momento, se fue. Mirar nuevamente la lujosa casa donde sucedieron tantas cosas, tantos recuerdos, tantas pasiones... tantas discusiones, pero que ahora parecían nada comparados con el futuro al que nos dirigíamos. Lucía exactamente igual de elegante que antes, miré la habitación rosa y sonreí, creo que ahora que iba a ser la señora de esta casa podía hablar con Hades para remodelar la habitación y acondicionarla para el bebé.

Pasé una mano por mi vientre, ¿realmente habría un bebé creciendo dentro de mí? Hades había mencionado que iríamos a un obstetra mañana por la tarde para empezar a tener un control y a... elementalmente confirmar que había un bebé con una segunda prueba.
Pero lo sentía, sentía que mi cuerpo empezaba a cambiar.

De repente sentí una presencia a mis espaldas y me quedé rígida, pero empezando a acostumbrarme nuevamente a esta sensación. Su mano se deslizó hacia mi estómago, su tacto podía sentirlo en todo mi cuerpo cuando me acarició descendiendo suavemente hacia abajo hasta dejarla encima de mi vientre.

—¿Qué piensas? —preguntó inclinándose hacia mí, cerré los ojos al sentir su aliento caliente rozar la piel de mi mejilla, su nariz rozándome.

«Además de lo caliente que me pones solo con tenerte cerca».

—Que podríamos remodelar esta habitación para el bebé —dije—, excepto que aun quieras que durmamos separados.

—No —dijo apretando su pecho contra mi espalda, sus labios yendo hacia mi oreja estremeciéndome todo el cuerpo cuando mordió el lóbulo—. Quiero que seas lo último que vea por las noches ante de dormir y al amanecer verte junto a mí.

Sus palabras me derretían, empezó a besar mi cuello y me arquee contra él sintiendo lo duro que estaba.

—Estar aquí me dan recuerdos —comentó Hades en susurros—, me muero por jugar contigo otra vez.

Sentí tensarme, mi pánico y mi inseguridad volviendo cuando lo único que recordaba era en Kora y como me manipuló la mente, aún todo era muy reciente.

—Te tensaste —dijo Hades.

Me alejé de su agarre para mirarlo a sus hermosos ojos dorados, él analizaba mi expresión probablemente viendo lo mucho que me asustaba esto, es decir con él me encantaba jugar, pero aún tenía algo de miedo por todo lo ocurrido, manipular la mente era algo muy peligroso.

Negué con la cabeza diciendo:

—Es que... dame tiempo ¿si? Es que después de lo de Kora...

Mi voz se perdió, Hades me observó y yo al ver que no se inmutó probablemente al analizar mis palabras fui yo quien di un paso al frente y lo abrazó necesitando apoyo y protección. Él pareció comprender que yo quería un abrazo y entonces envolvió los brazos alrededor de mi espalda acariciándome con la palma de su mano abierta de arriba a abajo para calmarme.

A veces se me olvidaba que él intentaba ser amoroso por mí, pero que no era característico de él serlo.

—Vale, tranquila —murmuró—, iremos tratando eso y superaremos esos traumas.

Sonreí sintiendo mis ojos cristalizarse, él me dio un beso en la frente y entonces alcé la cabeza para mirarlo reposando mi barbilla de su pecho.

—¿Fue impresión mía o Demetri no le cae bien Taylor? —pregunté.

Sus manos se deslizaron por mi cintura hasta ahuecar mi culo y pegarme contra él, ahogué un jadeo.

—¿De verdad quieres hablar de eso ahora? —dijo con algo de picardía en su mirada oscurecida.

—Me da curiosidad —admití—, parecían algo... uhm...

No sabía como describirlo exactamente, pero ambos parecían repelerse.

—Demetri no confía en Taylor, nunca lo ha hecho —dijo Hades—, me ha dicho que me cuide de su envidia.

¿Qué?

—¿Envidioso? ¿Taylor? —dije incrédula— pero si es tu socio y tu amigo...

Nunca desconfiaría de Taylor es decir, Hades sabía leer el lenguaje corporal, y Hades no dejaba que muchas personas se le acercaran.

—Lo es. —afirmó, pero había algo que me decía que había cambiado, que algo era diferente.

—¿Qué no me estás diciendo de él? ¿qué hizo?

—Nube es mejor...

—¿Que hizo? —insistí.

—Tuvo algo con Melisa el tiempo que estuvimos en Europa, y sospecho que ha ocurrido algo con él.

Me sorprendió que Hades empezara a comunicarse conmigo, pero aún quería saber más, estaba confundida, es decir, ¿Melisa se metió con Taylor o viceversa? Que descarada esa mujer que llena de celos por Hades me estrelló la cabeza contra el escritorio.

—¿Crees que él sería capaz de traicionarte? —pregunté, es decir, a menos que fuera por influencia de la hipnosis dudaba que algo así pasara.

Hades lo pensó por un momento y dijo:

—Nunca he confiado ciegamente en una persona, la envidia y el orgullo son armas cargadas que se pueden disparar en cualquier momento, aún de la persona más cercana que crees conocer.

Me lo quedé mirando, era muy cierto, yo misma había tenido esa experiencia con personas que creí mis amigas y luego... fueron Judas.

Él acarició mi cabello sacándome de mis pensamientos.

—Anda a darte una ducha, yo también me la daré, te espero en la habitación ¿sí?

Sonreí.

—¿Tú habitación? —pregunté.

Él estiró sus labios en una ligera sonrisa y afirmó diciendo:

—Nuestra habitación.

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Nuestra habitación *W* Ay papi Hades te amoooo! jajajaj sé que dije que solo traería el epilogo pero es que me inspiré y bueno xD hoy dos capsss pero recuerda votar D: