Eternamente Tuya (#3) (Completa)

Capítulo 80: La noticia del año

#MARATON

Capítulo 80: La noticia del año

Él sonrió pareciendo divertido de que tuviera los ojos llenos de lágrimas tras decir aquello y estiró las manos para limpiar algunas gotas que se habían escurrido por mis mejillas.

—No fue real, aquí estoy —dijo—. Toma tu agua, aprovecha que está tibia.

Miré la taza humeante con... agua... uhm, creí que era café, ¿quién da agua tibia en la mañana o por qué?

Miré otra vez a Hades, me sentía muy taquicardica al recordar ese sueño.

—Temo que desaparezcas —susurré—, que te disparen o que...

—No iré a ningún lado —me interrumpió.

Era tonto llorar por un sueño, pero realmente me sentía asustada. Tomé un poco del agua tibia como si pudiera encontrarle algún sabor, pero no había nada, sin embargo para ser lo primero que ingería en la mañana, no estaba mal.

—Anoche... estabas teniendo pesadillas —comenté.

Hades no se avergonzó o se intimidó, solo lo aceptó diciendo:

—Las tengo frecuentes por las noches.

Oh.

Puede que eso fuera la causa de que tuviera ojeras debajo de sus hermosos ojos dorados.

—¿Nunca lo noté o nunca dormimos juntos? —indagué, porque no se me hacía familiar esto de dormir con él, ni mucho menos recordaba haberlo visto aturdido por las pesadillas.

Simplemente no había ningún recuerdo de nosotros durmiendo juntos.

—Creo que una vez dormimos juntos. —admitió.

¿Una vez? ¿solo una?

Fruncí el ceño.

—¿Por qué? —pregunté con curiosidad.

Miró hacia un lado como si se avergonzara de eso y luego respondió:

—Nunca dormí con nadie, apenas logré hacerlo contigo, tú me ayudaste a hacer muchas cosas que nunca hice, por eso desde que te conocí siempre has sido la única.

Oh, vaya.

Que me admitiera tal cosa me hacía sentir importante y más amada que antes.

«Siempre has sido la única».

Iba a decir algo, pero él me interrumpió diciendo:

—Tengo que irme a América, Nube —fijó su mirada en la mía—, quiero que vengas conmigo, allá está tu mamá, tu hermano, tu sobrina... tus antiguos amigos, puede que logres recordar aún más.

Esa no me parecía una mala idea, de hecho la idea me emocionaba, sentía que quería irme de esta ciudad, de este país y de este continente con él, sentía que era lo correcto para dejar todo lo malo atrás.

Pero antes quería volver a la empresa donde trabajé, sentía que necesitaba buscar algo, imágenes, respuestas, cosas que me hicieran terminar de recordar cualquier cosa de mi estadía ahí aunque sabía que había sido poco tiempo. Y tal vez —si era posible— pedir una constancia de trabajo, eso formaría parte de mi síntesis curricular en cualquier empresa donde pidiera empleo en América.

—Quiero ir a presentar la renuncia formal a la empresa Rutter —le dije a Hades.

Él se quedó unos segundos callados, creí que no me había oido hasta que su ceño se frunció, no pareció alegre con la idea en lo absoluto.