Eternamente Tuya (#3) (Completa)

Capítulo 77: ¿Quieres casarte conmigo?

Actualización 2/2

Capítulo 77: ¿Quieres casarte conmigo?

Hades iba manejando, lo veía de reojo, se me hacía familiar e hipnótico la forma en la que sus brazos se tensaban cuando giraba el volante, era sexi, de repente Hades volteó la cabeza encontrándose con mi mirada; pescándome infraganti mirándolo embobada y yo miré hacia el frente rápidamente sintiéndome como toda una acosadora queriendo disimular.

Percibí su sonrisa.

«Obvio que te vio Nube».

-Solo quiero familiarizarme con tu rostro, por eso te veía.

No sé por qué me vi en la necesidad de aclararlo y solo sentí que mi rostro enrojeció más.

-Puedes mirarme, no me molesta ser adorado por tus ojos, Nube -replicó.

Vaya señor engreído.

No le dije nada, la música de «Lea» con «Wenn Du mich lässt» empezó a sonar y yo le subí un poco el volumen, luego de unos minutos él estiró la mano y me tomó la mía sobre mi pierna, no la quité y observé como me la acariciaba con su pulgar hasta que se detuvo en el edificio que ya conocía; se me hacía familiar.

Aquí vivía, eso lo recordaba.

-Gracias. -murmuré.

Abrí la puerta para bajarme pero él apagó el auto abriendo su puerta, me quedé confundida y congelada en mi lugar.

-¿A donde vas? -pregunté sin comprender.

-A acompañarte. -respondió simplemente y cerró la puerta.

¿Uh?

Él le dio la vuelta a su auto y al ver que yo seguía muy quieta en mi lugar se acercó a mí.

-Camina. -ordenó.

Fruncí el ceño, como siempre, me ordenaba cosas, no las pedía.

-Puedo ir sola.-dije.

-No voy a dejarte sola.

-No necesito que me atosigues -repliqué-, quiero respirar.

En vez de alejarse y darme espacio, él dio otro paso hacia mí.

-Nube, si no te tengo cerca yo soy el que no puedo respirar -respondió-. Te necesito ver, no soportaría estar lejos de ti otra vez.

Tragué pesadamente saliva.

-Déjame acompañarte -continuó diciendo-, prometo que no haré nada que no quieras, ni sentirás mi presencia.

Que me rogara quedarse conmigo realmente me ponía el corazón pequeño y tomando en cuenta todo lo que hizo por mí, no podía negarme.

-Vale -susurré finalmente, él tomó mi mano y no se la solté cuando entramos al edificio.

Sabía cual era la puerta, apenas estuvimos enfrente que toqué. La puerta se abrió y las chicas se me abalanzaron encima, podía reconocer sus rostros, recordé incluso todo lo que vivimos en los años de la universidad. Cuando vieron a Hades también lo abrazaron completamente agradecidas y luego empezaron a hablar de todo mientras me arrastraban dentro de la casa hacia el sofá, y yo realmente no comprendía mucho; estaba algo aturdida de tanta palabrería porque las dos hablaban casi que al mismo tiempo queriendo hablar más duro que la otra para ser escuchadas y luego discutiendo entre ellas.

Sí, eso recordaba, que ambas peleaban mucho.

-Muchachas -interrumpió Hades observando que yo estaba algo perturbada-, no la atosiguen, Nube no recuerda muchas cosas.