Eternamente Tuya (#3) (Completa)

Capítulo 34: Pelea de dragones (Parte I)

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Capítulo 34: Pelea de dragones (Parte I)

—¡Koningin wolk! —dijo Florian orgulloso de su apodo hacia mí en neerlandés, y una amplia sonrisa iluminó su rostro, noté como Hades lo miró de reojo, su rostro serio parecía de repente enojado por la forma en la que frunció las cejas al ver la reacción de Florian al mirarme.

Tragué pesadamente saliva.

—Hola —dije sintiendo que me quedaba sin aliento, mis manos empezando a temblar y el calor empezando a sofocarme.

¿Por qué de repente empecé a sudar?

Esta empresa parecía diminuta de repente.

—¿Vas a pasar? —preguntó Florian.

—No, esperaré el siguiente viaje —dije intentando zafarme de tener que montarme con ellos en el ascensor.

Florian pareció confuso y negó con la cabeza diciendo:

—¿Cómo que esperar? Ven —me señaló el espacio vacío entre ellos dos.

«Santas vacas de los tríos amorosos».

Apreté los labios y sabiendo que no podía insistir en no entrar porque iba a parecer sospechosa; entré quedándome en medio de Hades y de Florian.

Tragué pesadamente saliva, el sofoco aumentando la temperatura en mi cabeza y mi pecho cuando las puertas se cerraron y quedamos los tres dentro del ascensor.

Yo sentía que me iba a desmayar con mi corazón taquicardico.

—Señor Parker tiene que conocer a Nube Queen —dijo Florian de repente—, es mi futura esposa.

«Futura esposa».

Como me desestabilizaba que me presentara así, era incómodo, sentí mi rostro enrojecer.

Miré a Florian y luego a Hades Parker, noté como este último mantenía la mirada fija al frente pero aunque su rostro se mantenía impasible, al buen observador se podía notar la tensión de su quijada y la vena ligeramente brotada de su frente.

«¿Está celoso?»

—Entonces fue usted —se limitó a decir Hades.

—¿Qué? —preguntó Florian sin comprender.

Hades giró la cabeza hacia él con esa postura elegante y a la vez atemorizante, sus ojos dorados tan fijos en Florian que juraba que podía helarle la sangre cuando explicó:

—El que reparte ese rumor por toda la empresa como si fuera un niño de preescolar mostrando un juguete nuevo —soltó Hades, sus palabras como dardos llenos de fuego—. Tenga respeto por la nueva ingeniera, la incomoda.

Aguanté la respiración y miré a Florian, él pareció algo avergonzado por el regaño que le dio Hades y sus ojos azules se fijaron en mí diciendo:

—Eh, lo siento Nube, no quería incomodarte.

Le mostré una ligera sonrisa, es que realmente Florian se veía con buenas intenciones, pero sentía que me presionaba mucho.

—Tranquilo —dije y admití:—, es solo... que desde que llegué a la empresa, todos me conocen como tu prometida y no como la nueva empleada de la empresa, pero la verdad es que no estamos comprometidos.

No sé por qué me vi en la necesidad de aclarar eso no solo para Hades, sino también para él.

Florian me sonrió, sus ojos azules brillando al verme me hacían sentir bien, pero entonces sentía la pesada mirada de Hades a mis espaldas como un muro de fuego al borde de quemarlo todo y me quedaba más quieta que una estatua.

Desde acá podía sentir sus celos y vaya que eran muy pocas las veces que Hades mostraba sus emociones o se descontrolaba por ellas.

—Estamos saliendo —dijo Florian y tomó mi mano para darle un ligero beso en el reverso de la palma—, y yo quiero casarme contigo así que es mejor dejarle claro eso a todos; que eres mía, de ese modo me aseguro de que los buitres no ataquen.

Se me bajó la presión, no sabía como reaccionar ante las palabras de él con Hades detrás de mí.

—¿Tuya? —soltó Hades perdiendo la cordura llamando nuestra atención— ¿Qué le hizo creer que la señorita Queen es suya? 

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