Eternamente Tuya (#3) (Completa)

Capítulo 79: Hades metiendo mano

#MARATON 

Capítulo dedicado a: Anai, Kimbery, Sofía, Dayaris, Lali, Josemy, Lucero, Emmali, Fatimay a Carmen Valdez (feliz cumpleaños conejita), Antonella, por comentarme en threads.

Capítulo 79: Hades metiendo mano

Jadee en su boca cuando me estaba tocando en la entrepierna se sentía tan bien que no sabía de donde aguantarme, la sensación era tan intensa que sentía que me iba a deshacer o que me iba a desvanecer en la nada.

Cerré las piernas.

—Abre un poco más las piernas, conejita. —pidió, su aliento sobre mis labios—, estás muy sensible...

Demasiado.

Aún así le obedecí abriendo las piernas con completo descaro, sintiendo como el calor me invadía, estaba al borde y eso que apenas me había tocado. Metió un dedo dentro de mí mientras me seguía besando, puse los ojos en blanco ante la gloriosa sensación y fui un coro de gemidos cuando su boca se deslizó a mi mandíbula, cuello, oreja mientras su dedo entraba y salía de mí y a su vez su pulgar presionaba mi clítoris sin piedad.

Estaba rozando el cielo, sentía como mis pareces y mi vientre empezaban a comprimirse.

—Déjate consumir por el placer, ahora —susurró Hades a mi oído antes de morder el lóbulo de mi oreja.

—¡Ah!, Liebe, ¡joder! —jadee sin poder aguantar mi lengua sin importarme de que mis amigas estuvieran afuera y pudieran escucharme.

Me estremecí, y me arquee cuando el vapor caliente se extendió desde mi vientre hacia mis piernas y subió hacia mi pecho dejándome en la nebulosa por varios segundos.

«Demasiado sensible, me encanta como me toca».

—Aquí estoy —susurró Hades—, como me gusta esa mirada tuya cada vez que te doy un orgasmo.

Sonreí un poco y bajé la mano hacia la tela de sus bóxer tocando la enorme dureza de su miembro.

Se me hizo agua la boca, relamí mis labios y lo miré para preguntar:

—¿Puedo?

Él sonrió, el reflejo de sus dientes asomándose un poco cuando respondió:

—Sería mi mejor deleite.

Me quité la camisa que llevaba dejando mis pechos al aire junto con mis pantalones quedando enteramente desnuda mientras él se quitaba los bóxers dejando la bestia a la vista, él tenía el miembro tan duro que apuntaba en dirección al techo y se curvaba hacia su cara.

Me acomodé entre sus piernas y lo tomé con firmeza metiéndomelo a la boca sin dudar hasta que me tocó la garganta pero aún así no podía abarcarlo todo, moví mi cabeza arriba y abajo, mi lengua moviéndose en la punta, miré a Hades sin detenerme, su rostro lleno de puro placer, su respiración profunda y los jadeos que salían de sus labios entreabiertos me incitaba a continuar, en un momento me aguantó del cabello para que no me estorbara y entonces empujó las caderas follándome la boca, me sentía como toda una diosa a su merced, su placer era el mío. Cuando empecé a toser de tanta profundidad se detuvo y me volteó en la cama quedando sobre mí, sus ojos dorados resplandeciendo como dos piezas de oro puro.

No teníamos que hablar, sabíamos lo que venía.

Separé las piernas a los lados de su cuerpo y él deslizó su miembro por toda mi abertura humedecida y sensible hasta que entró en mí lentamente; llenándome mientras me veía fijamente, su nariz rozando la mía, nuestras respiraciones mezclándose cuando empezó a moverse, primero lento, luego empezó a moverse duro y sin piedad.