Capítulo 56: El lado oscuro de los Rutter

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Capítulo 56: El lado oscuro de los Rutter

¿La necesitaba? ¿Pero por qué?

Tenía la palabra en la punta de mi boca para preguntarle por qué carajos Hades Parker necesitaba de la Medusa esa si siempre él dejaba muy claro que no necesitaba de nadie.

—Antes de que digas algo —dijo Hades probablemente viendo que mi rostro se tornó rojo—, ella está trabajando para mí.

Creo que mi rostro siguió igual de consternado.

—Trabajando para ti —repetí— pero ¿en qué trabaja para ti?

«No te alteres, él se está abriendo contigo, así que calma».

Pero es que no entendía como era que esto me daban tantos celos, solo pensar en que ella estuviera cerca y se aprovechara de eso para restregármelo en la cara, me enojaba.

—Conserva la calma con lo que te dije —Hades miró alrededor de la oficina—. No sé hasta que punto este lugar es seguro, no lo he mandado a revisar.

¿Acaso él mandaba a revisar todos los sitios a donde iba?

Bueno no era difícil de imaginar si era un hombre tan influyente y con tanto dinero.

Miré alrededor también y bajé mi voz a solo un susurro preguntando:

—¿Hay cámaras?

Sentí que me quedé sin respiración al pensar en que hubieran grabado todo lo que hice con Hades aquí.

—No, no hay —aseguró Hades, lo miré, no parecía dudar y confiaba en que si hubiera; él se encargaría de ello celoso de que alguien más pudiera ver parte de mi desnudes.

Además de que recordaba lo que le hicieron a mi bolso y a mis tarjetas, aquí no era tan seguro como me pudiera imaginar.

—Como dije en la mañana —prosiguió diciendo Hades— te lo explicaré todo lo que ocurre al llegar a casa, ¿bien?

Solté un suspiro, no era como si tuviera muchas opciones.

—Vale, tengo que trabajar —dije señalando las hojas que necesitaba calcular para el ingeniero Charlie Green.

Hades afirmó con la cabeza y estiró la comisura de sus labios un poco, ese simple gesto me hizo estremecer, tragué pesadamente saliva, ¿algún día dejaría de admirar todo de él?

—¿Nos vemos esta noche? —preguntó, de seguro quería estar sobre seguro de que volvería a su casa, pero ¿como no hacerlo después de haberlo hecho 3 veces en lo que iba de la mañana? Y lo peor era que acabando de hacerlo, quería más.

Estando con él era como si no me saciara, como si el deseo me quemara por dentro y me hiciera una adicta, una completa ninfómana insaciable.

—Sí —susurré, realmente ahora sentía menos ansiedad pero mi mente estaba intranquila pensando en que cada vez que él guardó cosas en el pasado o me ocultó información, era porque yo me veía envuelta y perjudicada en esto.

Él se dio la vuelta para irse pero lo aguanté por el brazo.

—Liebe... —susurré, ese dulce apodo en alemán que me traía tantos recuerdos de años atrás viniendo a mi mente a cuando fuimos un amor prohibido que salió mal.

Él se detuvo y volteó a mirarme, sus ojos dorados escudriñándome con curiosidad.

—¿Estoy en peligro? —me atreví a preguntar.

Hades dudó por medio segundo, pero finalmente dio un paso hacia mí y acarició mi mejilla susurrando:

—Tranquila.

Esa respuesta lo menos que me dio fue tranquilidad.

—Pero...

—Conejita —me interrumpió—, quemaría el mundo solo por tenerte a salvo.

Se inclinó hacia mí y sus labios rozaron los míos en un breve beso que lo sentí quemar todo mi cuerpo, pero se separó demasiado rápido para mi gusto y susurró sobre mi boca:

—Nos vemos luego.

No le dije nada, solo lo miré cuando abrió la puerta de la oficina de Florian y salió.

Tomé una profunda respiración estando por fin sola, sintiendo que el día se me iba a hacer eterno hasta que por fin lo volviera a ver. Me senté detrás del escritorio para empezar a hacer los cálculos, la silla era bastante cómoda, encendí la computadora para colocar algo de música con Lauv - Who (feat. BTS) mientras me concentraba, pasaron varias horas, iba ya por más de la mitad, cuando ese inesperado y horrible evento ocurrió.

Escuché que la puerta se abrió.

Alcé la vista y vi que el señor Halton Rutter; el padre de Florian se asomó, su mirada se enfocó en mí pareciendo sorprendido de verme ahí.

Oh.

Mi corazón salió disparado y me levanté arreglando mi cabello mirando alrededor como si pudiera haber evidencia de que me había revolcado con Hades aquí.

«Calma Nube, no estabas haciendo nada malo».

Aún así mis manos empezaron a temblar pensando en que pudiera leerme la cabeza.

—Buen día, señorita Nube Queen. —escuché que dijo y cerró la puerta a sus espaldas pareciendo aun algo confuso.

¿Acaso se iba a quedar?

Mierda, de seguro me daría una charla del por qué no podía estar aquí.

Salí de detrás del escritorio hacia él y sonreí intentando ocultar mi nerviosismo.

«Joder, ya calmate Nube».

Aclaré mi garganta y dije:

—Buen día, señor Rutter.

—¿Está Florian? —preguntó mirando alrededor donde evidentemente Florian no se veía en ningún lugar.

—No, él salió a una reunión en Alemania, me dejó la llave y me permitió estar aquí porque aun no me asignan oficina —expliqué.

El señor Halton Rutter me miró, pero no fue una mirada general amable, fue una mirada profunda, de esas que parecen ver a través de ti y saber tus pensamientos más oscuros.

—Florian es un buen chico —comentó de la nada, su mirada seria a través de sus lentes de aumento.

Tragué pesadamente saliva sabiendo que Florian se había encargado de decirle a todos que yo sería su esposa y que me dejaba elementalmente entre la espada y la pared con su familia.

—Sí —murmuré sin saber qué más podía decir.

El señor Halton Rutter dio un paso hacia mí, su ceño frunciéndose mientras decía con seriedad:

—No tengo nada contra ti, señorita Queen, porque pareces debajo de toda tu belleza; una buena persona, pero te agradecería que dejaras de jugar con mi hijo.

¿Uh?

Me quedé fría, pero es que de hecho siempre le dije a Florian que no quería estar con él, pero él era el que me insistió siempre, tal vez sí lo usé, pero no con la intención de lastimarlo.

Y de todas formas... ¿como lo supo el señor Halton?

—No juego con él —repliqué—, siempre le dije...

Me interrumpió inesperadamente cuando se precipitó hacia mí y me agarró del cuello con una mano con exagerada fuerza, amplié los ojos de la impresión soltando un jadeo y retrocedí para intentar soltarme pero él me siguió caminando y me estampó contra la pared, empezando a estrangularme.



Eternamente Tuya (#3) (Completa)Where stories live. Discover now