Eternamente Tuya (#3) (Completa)

Capítulo 55: Deseo posesivo

Capítulo 55: Deseo posesivo

Sus labios impactaron con los míos y su lengua me obligó a abrir la boca a recibir su beso completamente posesivo y demandante que me hizo estar al borde del placer cuando apenas me había tocado.

Y es que Hades solo con mirarme ya me daba miles de pensamientos lujuriosos, nadie podía hacerme sentir de la misma manera; esta atracción que me consumía y me quemaba no la encontraba en ninguna otra persona.

Ni siquiera en Florian.

Me sentía cada vez más caliente mientras él movía su dedo dentro de mí y entonces introdujo dos; sin dejar de moverlos rápido contra mí, rompí el beso y jadee echando mi cabeza hacia atrás sin poder dejar de clavarle mis uñas en su espalda mientras él me besaba parte de mi cuello que dejaba mi chaqueta al descubierto.

—Ay... ¡Hades! —gemí sintiendo que estaba al borde, moviendo mis caderas contra sus dedos siguiendo su ritmo, lo deseaba tanto que estaba a punto de llegar.

—Quiero que te vengas, conejita, no te resistas. —susurró y mordió la piel de mi cuello haciéndome poner los ojos en blanco cuando el cosquilleo llenó mis piernas, el vapor caliente explotó en toda la zona de mi vientre.

«Ay mierda».

Me quedé en las nubes sintiendo que solo flotaba por varios segundos cuando toqué mi orgasmo.

«Definitivamente Hades Parker es mi punto débil».

Sentía que toda mi piel estaba completamente temblorosa y caliente, estaba jodidamente sensible.

Pero quería más.

Miré el enorme bulto de su bragueta cuando él empezó a desabotonarse el pantalón y alcé la vista a su rostro sombrío encontrándome con su mirada oscurecida en deseo, la ligera sonrisa de sus labios le enmarcó los hoyuelos pareciendo malvado, me levanté del escritorio y empecé a bajarme también el pantalón, sabía que esto tenía que ser rápido porque estábamos en una oficina y cualquiera podía venir en cualquier momento, pero no quería que nos detuviéramos, era muy excitante; como todas las veces que estaba con Hades Parker.

—Ven aquí —ordenó Hades pegándome a su pecho, aguantó mi cara con su mano y devoró mi boca, de repente me soltó y en un simple movimiento me colocó de espaldas aguantándome de las caderas para alzármelas, yo me incliné sobre el escritorio para darle mejor accesibilidad a mí mientras escuchaba la envoltura del condón y como se lo colocaba.

«Apresurate que me encanta».

Sentí como deslizó el glande por toda mi abertura, me tensé ante la anticipación cuando entonces él susurró:

—Relaja la pelvis.

Me reí un poco teniendo un dejá vú a cuando él me dijo eso en la piscina la primera vez que follamos, respiré relajándome cuando de repente metió su miembro entero de una sola estocada, jadee fuerte y me eché hacia adelante de la impresión echando los papeles y la computadora del escritorio para el piso.

—Ay, mierda —jadee cuando empezó a moverse duro contra mí; sin piedad, me aguanté de los laterales de la mesa sintiendo que se me iba a salir el alma por la boca, el sonido de nuestras pieles chocando haciendo eco en la oficina, él me aguantó del cabello haciendo que me arqueara contra él y envolvió con una mano mi cuello echándome hacia atrás sin detener sus estocadas contra mí.

«Como me encanta cuando me tiene así».

De repente salió de mí, me voltee hacia él cuando me alzó por la cintura para cargarme y envolví mis piernas alrededor de sus caderas, él acomodó su miembro dentro de mí y empezó a moverme sobre él alzándome y bajándome como si yo fuera peso muerto, ni siquiera importaba que estuviéramos medio vestidos solo importaba consumirnos en el otro.