Eternamente Tuya (#3) (Completa)

Capítulo 43: Mi primer beso fuiste tú

Actualización 2/2

Capítulo dedicado a las conejitas: Luiskarlyperez, K1tt3nmm y a Dalaialania que cumple el 30 de abril :D

Capítulo 43: Mi primer beso fuiste tú

Él no dijo nada, solo observó mi reacción sorprendida, ahora que lo pensaba tenía sentido, él no dejaba que lo besara las primeras veces que estuvimos juntos y su reacción era muy distante e incomoda cada vez que nos besábamos... después fue que me permitió hacerlo porque él tenía un trauma de cuando era pequeño cuando su madre le dio un beso y murió.

No tenía ni idea de que nunca lo había hecho con alguna chica.

Yo fui su primer beso así como Hades fue mi primer hombre en el contexto sexual.

—Te quité la castidad de los labios —bromee sin saber porqué, es decir, estar con Hades me hacía recordar lo que era; mi esencia; esa chica espontánea y divertida, no era esa chica que medía lo que hacía o sentía, que se privaba de decir cualquier cosa, con él era simplemente yo; transparente, cosa que olvidé en mi despecho y al cambiarme de universidad, ni siquiera era así con mis nuevas amigas...

Él sonrió un poco, una leve sonrisa que parecía algo tímida.

Aclaré mi garganta y agregué:

— ¿Por qué nunca me lo dijiste, Hades?

Él lo pensó por un momento.

—Es algo que me parecía algo vergonzoso de decir —admitió.

Sonreí un poco, ahora extrañamente sentía que algo se desmoronaba dentro de mí, probablemente era el muro de cemento de mi corazón; sentía que se convertía en arena y empezaba a desmoronarse solo por saber algo que podía ser simple para otros, pero para mí era muy importante.

Porque él dejó que llegara a donde nadie había llegado nunca; a romper sus limites.

Hades se volteó hacia mí, tragué pesadamente saliva cuando sus ojos dorados se fijaron en los míos y alzó una mano acomodando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja, su simple tacto me hizo temblar, estaba tan cerca pero a la vez tan lejos...

—Eres la única persona a la que me he atrevido a besar, Nube —susurró— y me dejaste adicto, anhelando volver a hacerlo.

Joder...

Sentí que empezaba a abrumarme, los recuerdos de mí llorando desconsolada en las noches, de las pesadillas que tenía cuando él aparecía en mis sueños, cuando solo deseaba volver a verlo y luego recordaba que él no me quería en su vida...

Claro que ahora entendía las razones que lo llevaron a dejarme, razones que no eran mi culpa, sino de terceros que querían hacernos daño.

Pero eso no quitaba la cicatriz que me dejó nuestra ruptura.

Me separé de su agarre y me levanté para guardar algo de distancia y me crucé de brazos volteándome hacia él.

—Ya no me digas esas cosas —susurré.

—¿Te incómoda? —preguntó.

—Me fascina —respondí— y ese es el problema.

Hades se levantó arrimando la silla a un lado con su pierna para hacernos espacio y acortó la distancia hacia mí, temblé solo por el hecho de tenerlo cerca, sus ojos dorados fijos en los míos casi traspasándome; entrando en mi alma y seduciéndome como todo un dragón que sabe que tiene bajo control a un león.

No me moví, solo me quedé muy quieta.

Sus manos fueron a mis manos a los costados de mi cuerpo tomando mis muñecas y me las colocó detrás de la espalda; aprisionándome y manteniéndomelas agarradas con una sola mano mientras que con la otra me alzaba la barbilla para que le sostuviera la mirada, nuestros alientos mezclándose, su nariz rozando la mía.