𝟬𝟬𝟱

7.1K 532 79
                                    

Miré a Oli jugar con los globitos de la espuma y me rendí, había estado intentando sacarla de la bañera hacía como media hora pero cada vez que trataba, ella se ponía a llorar y no pensaba llamar a Enzo por eso. No era una emergencia y no lo quería molestar tampoco, aunque todos los días me mandaba mensajes para preguntar cómo estábamos.

—¿Vamos a comer yogurt? —propuse y ella asintió feliz, al fin había conseguido la forma de hacer que accediera.

La envolví en una toalla y empezó a temblar con el cambio de temperatura así que me apuré a llegar a la cama para cambiarla, las dos habíamos elegido un vestido rosa palo y era eso lo que iba a ponerle. Me costaba bastante secarle el pelo porque me daba miedo lastimarla, pero siempre me las terminaba apañando.

Cuando terminé de cambiarla y ponerle cremita en la cara, la empecé a peinar con delicadeza. Le había prometido llevarla a una plaza y no sabía ni cómo iba a lograr eso pero esperaba que el Google maps me sea de ayuda.

Le hice dos colitas mientras que ella jugaba con una pelotita roja. Había notado que tenía los mismos rasgos de su papá y a pesar de no haber hablado mucho con Enzo en persona, sabía que era igual de simpático que Oli.

Puse a la bebé en su sillita y fui a la heladera para preparar un tazón con yogurt, cereales y frutas. Había descubierto la forma de hacer que la beba comiera frutas sin hacer muecas de asco o evitarlas, cuando termine de preparar el tazón, hice uno más chiquito para Oli y los llevé a la mesa.

—Ñumiii —canturré haciendo reír a la bebé y entre las dos nos pusimos a comer. Ella podía comer sola así que ni siquiera me dejaba ayudarla.

Hice un bailecito al testear el rico sabor de nuestro desayuno y ella me imitó después de comer, reí y con una servilleta limpié el yogurt que le estaba haciendo un bigotito.

Le hice upa a Oli y agarré mi bolso cuando terminamos de comer, llevé los dos recipientes sucios a la pileta de la cocina. No tardamos mucho en salir y las dos íbamos riendo porque me choqué con una puerta y se nos hizo bastante gracioso.

—¿Fotito? —pregunté sonriente y ella asintió, me dió un besito en el cachete hasta que saqué la foto y las dos fuimos hasta la parada de algún colectivo. Había descubierto que en Doha el transporte era gratuito y eso me sorprendía bastante.

Mi teléfono empezó a sonar y lo atendí de inmediato cuando la pantalla brilló con el nombre de "Enzo Fernández", Oli nunca me molestaba cuando hablaba en llamada así que no me preocupé por ella.

—¿Sol?

—Hola, Enzo. ¿Cómo está?

—Te dije que no me hables de usted, soy solo un año mayor que vos —su risa vibró suave en mis oídos y sentí que me sonrojaba, me había dicho más de cinco veces que lo tuteara pero simplemente no podía. Era mi jefe, no mi amigo.

—Sí, perdón. ¿Cómo estás?

—¡Bien! No sabés, Scaloni nos dió un día libre antes del primer partido para salir con nuestras familias así que les quería decir que las voy a pasar a buscar para que vayamos a cenar.

—¿Las?

—Sí, a vos y a Oli —dijo obvio y sentí que no debería, era un momento en el que tenía que pasar con su familia. No quería interrumpir en algo así—. Si tenés planes no pasa nada, voy con Oli.

—No, no tengo planes pero no cr...

—Bueno solcito lindo, entonces las paso a buscar en media hora —sentí que me sonrojaba por el apodo y Oli sonrió al escuchar la voz de su papá—. Ah, va Juli. Espero que no te moleste pero él ya es parte de la familia, Oli lo adora.

Sobre Ruedas-Enzo Fernández Where stories live. Discover now