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Era, posiblemente, el día más tenso de mi vida. El 18 de diciembre.

Mis manos temblaban, acababa de subir mi primera canción oficialmente y no podía más de los nervios. Además, hoy se iba a jugar la final contra Francia y no sabía que me ponía más nerviosa.

—¡Dale sol, nos espera el auto!

Me miré al espejo una última vez y puse mi Rosario por la parte de abajo de la camiseta, salí con la bandera de river y cerré todo bien con llave. Mi mamá me esperaba en la parte de la entrada del hotel, tenía a una oli dormida a upa. Las dos se habían pintado la bandera de Argentina en los cachetes, y mi mamá le había hecho un peinadito re lindo a la bebé porque yo no podía ni estar parada de los nervios.

—La llevo adelante, sentate con los chicos vos y vigilalos —me pidió, o más bien, me ordenó antes de subirse al auto.

Me subí en los asientos traseros, habían dejado un espacio para mí y Nicolás y Santiago llevaban a Alejo y Federico a upa.

—No sé por qué estás tan nerviosa, a mi me re gusto tu tema —Me dijo Nico en voz baja y con una de sus manos, me despeinó.

Mi papá condujo hasta el estadio y casi que llegábamos justos, esta vez Enzo casi que me rogó para estar en el palco pero de igual modo como siempre, le dije que no. Sentí que lo vivía de una forma muy diferente estando con toda la hinchada, nos tocó del lado del arco de Francia esta vez y arrugue la nariz, pero Santi me hizo acordar que en el segundo tiempo iban a cambiar los arcos y de igual modo íbamos a terminar del lado de Argentina.

Al lado mío había una pareja francesa que hablaban en... Supongo que en francés, los miré con una sonrisa simpática y ellos me miraron con escepticismo.

—Buena suerte —les dije en un tono bastante alto, ya que todos hablaban entre ellos. La pareja me miró mal, capaz que pensaron que los insulte en español así que simplemente me acerqué a mi familia y me dedique a acomodarme.

Mi mamá no me quiso dar a Oli porque seguía dormida, además, me dijo que ella la iba a tener todo el partido porque yo estaba en medio de Santi y Nico, y que seguramente la iban a aturdir con sus gritos. 

—Sol, ¿Querés Fernet? —me ofreció Santi y asentí.

Le di un sorbito chiquito y de inmediato hice una mueca de asco, le devolví el vaso a Nico y se empezaron a reír entre los dos.

Lo que se veía en la cancha era un verdadero deleite visual, las banderas de Argentina y Francia una en cada extremo, una copa del mundo gigante en el medio y al rededor de ella salían llamaradas de fuego. Para alguien como yo que nunca había presenciado algo similar, era una imagen más que impresionante.

Por los parlantes nos pidieron ponernos de pie para entonar los himnos y cuando empezó a sonar el himno argentino, no pude contener mis gritos de emoción al ver a la mismísima Lali Espósito. Le hice señas a mis hermanos y ellos nada más se reían de mí emoción, yo era fanática de Lali desde que veía chiquititas en la tele y me re emocionaba poder verla en persona.

—Antes de que empiece el partido voy a decir que Mbappé es alto jugador y que la selección francesa no se lo merece —dijo Nico y le dió un largo sorbo al vaso de Fernet—. Pero ahora, ese negro de mierda me puede chupar bien la p...

—¡Nicolás! —le pegue en el brazo y él se encogió de hombros.

Entonces el partido empezó.

Argentina vs Francia en la final del mundo.

Para cuando pasaron los primeros dos minutos del partido, el vaso de Fernet que compartían mis hermanos estaba vacío y ahora tenían uno cada uno que ya estaba por la mitad. Mi papá se había comprado una cerveza y los más chiquitos ya se habían tomado toda una botella de coca cola.

Sobre Ruedas-Enzo Fernández Where stories live. Discover now