002.

2.7K 91 2
                                    

Octubre, 2024

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Octubre, 2024.

—¡No veo la hora de que llegue el domingo... —Agustín cantó sonriente, llegando a la sala con aquel paquete de doritos y dos latas de cerveza en sus manos.

...Dejo todo lo que tengo que hacer, me voy a ver a River Plate! —Le seguí el canto de cancha, tomando en una de mis manos la cerveza que me ofrecía seguido de risas de ambos.

—Enserio no los banco más. —Negó el tucumano a nuestro lado, logrando que siguiéramos cantando pero esta vez más fuerte y molestándolo mientras lo movíamos de un lado a otro.

Era domingo, y como cada domingo en mi casa, estabamos todos frente al televisor haciendo una pequeña previa para ver el próximo partido de River; con Agus teniamos como media hora cantando canciones de hinchada y jodiendo cada que podíamos. Probablemente se debía que hace tiempo no íbamos al monumental y las ganas no se iban sino que se multiplicaban.

—Cantense algo de ustedes, dale. —Caro, mi mejor amiga, trajo la guitarra de mi habitación con Agus, dejando esta en las manos de Maxi.

—¿Qué querés cantar? —Me preguntó directamente a mi, a lo que respondí encogiendome de hombros y tomando un pequeño sorbo de la lata en mis manos.

—Mandale mecha. —Me acomodé mejor en mi lugar, reconociendo el conjunto de acordes que tocaba como una de mis canciones, Un Beso en Madrid.

Cerré mis ojos y dejé mi cuerpo moverse de un lado al otro mientras de mis labios se escapaban las palabras que conformaban la canción.

Recuerdo que contigo fue tan diferente, tan natural
Jugando me decías que leías mi mente, y era verdad
Aún guardo cada carta que me diste
Y aunque hay palabras que nunca dijiste
El tiempo que tuvimos no fue suficiente para olvidar, no
Aunque yo que es tarde para recordar...

°°°

Corrí, corrí y corrí hasta llegar hasta él, un chillido de felicidad escapó de mis labios y salté para abrazarlo, siendo correspondido al instante, haciendo que mis piernas se enredaran en su cintura.

—¡No lo puedo creer, no lo puedo creer, no lo puedo creer! —Grité con la felicidad a pleno, tomando sus cachetes entre mis manos y uniendo nuestros labios en repetidos besos eufórica.

RECUERDO. | JULIAN ÁLVAREZ, ENZO FERNÁNDEZ.Where stories live. Discover now