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"Cuando te veo se me olvida todo, no quiero hablar, prefiero hacerme loco quitándote la ropa poco a poco."

°°°

7 de Diciembre, 2022.
Doha, Qatar.

—Pará, Ju, enserio. —Suspiré, girando para ver a un Enzo mirarme somnoliento. Lo acababa de despertar. —¿Te podés calmar? Hablamos más tarde, te voy a ver.

Acá te espero. —Musitó, antes de colgar el celular.

Me había llamado a primera hora de la mañana solo para reclamarme acerca de que supuestamente estaba en el mismo lugar que Agustín ayer. Sólo por eso. Como si no pudiera verme con mi mejor amigo.

—¿Tan temprano va a romper las pelotas el logi? —Se quejó el morocho, mirando la hora en su celular.

—No sé que le pasa. —Murmuré, dejando mi celular a un lado y acostándome a su lado de nuevo.

—La culpa le pasa. —Bufó, cerrando los ojos. —Que pesado.

—Dormite, amor, no te estresés. —Reí suavemente, acomodándome mejor en la cama como para intentar descansar un poco más.

Una vez me aseguré de que Enzo se encontraba nuevamente dormido, intenté hacer lo mismo, fallando completamente. Mi mente no había parado de dar vueltas al último tema de conversación toda la noche y no había podido evitar ilusionarme al respecto.

Tener una vida al lado de Enzo es algo que jamás hubiera imaginado ni en mis peores pesadillas ni en mis mejores sueños. Mi cabeza solo repetía la misma pregunta: ¿Enserio dejaría su vida perfecta por mí?

¿Yo dejaría la mía por él?

Enzo se había vuelto una persona sumamente importante de un día para otro, me buscaba, me escuchaba, me ayudaba, pero sobre todo, me quería. O eso parecía. Buscaba maneras de hacerme feliz, de complacerme, de hacerme sentir bien y eso se lo agradecía, me hacía olvidar cada uno de mis problemas y estaba segura de que me costaría la vida alejarme de él.

Pero por otro lado estaba Julián y es algo que me atormentaba, ya había aceptado el sentirme culpable, ya había entendido la mierda de persona que me estaba convirtiendo por hacerle esto a la persona que más amaba, a la persona que creía el amor de mi vida; no podía alejarme y dejarlo como si estos últimos cuatro años habían sido nada para mí, como si no me había salvado de tantas oscuridades en mi vida.

Estaba enamorada de Julián, pero extrañamente había comenzado a sentir cosas por Enzo que no sabía que podían pasar. Mi cabeza estaba dividida entre seguir con mi vida al lado del amor de mi vida o arriesgarme en conocer a alguien que buscaba mi felicidad, y siendo sincera, arriesgarme siempre me dió miedo.

Me daba miedo alejarme de Enzo y quedarme con Julián, que todo siguiera igual y hundirme en el arrepentimiento de no vivir feliz al lado de alguien al que si le importaba mi felicidad. Pero también me daba miedo irme con Enzo y arrepentirme de no estar con el amor de mi vida.

Pero más miedo me daba quedarme sola y eso lo sabía.

°°°

—¡Así lo vas a romper, Kun, pará! —Exclamé, ayudando a acomodar de mejor manera el micrófono.

—Fua, pero re débil la porquería esta. —Se quejó, dejándome ayudarlo.

—¿Ya quieren que empecemos? —Preguntó Yamber, viendo como estábamos listos. Asentí.

—Sí, dale, empezalo. —Pidió el Kun, mirando los monitores express que había instalado en su apartamento alquilado de Qatar. —¿Ya estamos? —Preguntó, mirando a Yamber que asintió en respuesta. —Hooola gente, ¿cómo les va? Tengo acá el celular porque se nos cortó el internet. —Empezó a explicar la situación que había ocurrido anterior al stream, antes de girar a verme. —Miren, hoy me vino a visitar una que e' como mi sobrina vieron. —Dejé salir una pequeña risa. —La tini, tini, tini, señores.

RECUERDO. | JULIAN ÁLVAREZ, ENZO FERNÁNDEZ.Where stories live. Discover now