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"Mira que pasó, mira que pasó, dijo que se iba pero igual volvió."

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13 de Diciembre, 2022.
Doha, Qatar.

Mis ojos viajaron por todo el pasillo, era la primera hora de la mañana y apesar de que no había dormido prácticamente nada había decidido aparecerme frente a la puerta de Julián para poder hablar de la cagada que se había mandado ayer. No me había parecido para nada la manera en que se había desquitado y mucho menos el que me haya buscado después.

Toqué la puerta dos veces, cruzándome de brazos en lo que sentía una ráfaga de viento fresco invadir mi cuerpo, causándome ese dejavu de haber vivido esto antes, solo que esta vez era con intenciones completamente distintas y sensaciones que jamas pensé sentir viendo a Julián.

—Enzo. —Llamó Julián sin quitar su mirada de la mía, con ese semblante serio que tanto me dolía ver hacía mi. —Te busca...

—Vengo a hablar con vos, no con Enzo. —Lo interrumpí, sin desviar mi mirada de la suya ni un segundo. —¿Se puede o voy a tener que seguir esperando a cuando vos quieras? —Pregunté, teniendo en cuenta la última vez que habíamos cruzado palabras en ese pasillo.

—Esperame. —Chasqueó su lengua, antes de cerrar la puerta y adentrarse, supongo a ponerse una remera.

Enzo había vuelto a su pieza en la noche y según él se había "arreglado" con Julián, hablaron al respecto de lo que había pasado y habían llegado al acuerdo de dejar todo de lado, por lo menos hasta que termine el mundial y nada de lo que hicieran perjudicara a sus compañeros. Completamente maduro si me preguntan.

Más sus insistentes mensajes a la madrugada completamente en pedo pidiéndome perdón fueron lo que me trajeron a venir a hablar con él. Estaba cansada. No entendía que quería conmigo y era lo que más me molestaba. Finalmente había decidido alejarme de él después de tantos intentos de su parte de terminar nuestra relación y sus insistencias no me ayudaban para nada con lo que me estaba costando no ir corriendo a buscarlo.

Eso sin tener en cuenta la diferencia de actitudes que tenía conmigo a las que tuvo con Enzo.

—¿Qué querías hablar? —Apareció Julián nuevamente frente a mi, cerrando la puerta detrás suyo. Encima preguntaba, cualquiera.

—Hablamos en mi pieza. —Declaré, antes de comenzar a caminar al ascensor sabiendo que me seguía.

Todo el camino hasta mi habitación fue más que incómodo, pocas veces había estado en silencio con Julián y si lo estábamos nunca era incómodo sino todo lo contrario, por lo que estos momentos siempre habían sido escasos en la relación y desconocidos para ambos.

Abrí la puerta de mi pieza y la cerré una vez nos encontrábamos dentro, para luego dirigirme a mirar al cordobés frente a mí.

—¿Se puede saber qué querés, Julián? —Solté cansada.

—¿De qué? —Preguntó, completamente dudando de si hacer esa pregunta o no.

—Me terminás, después me buscás y para colmo, vas y le pegás a Enzo, ¿qué querés? —Pregunté por fin, ya harta. —No te entiendo.

—¿Por eso estás tan enojada conmigo? —Dejó salir una pequeña risa sarcástica. —¿Por qué le pegué a tu nuevo noviecito?

—No me rompás las bolas, Julián. —Fruncí el ceño, ya sin entender completamente que le sucedía.

—Mi problema con Enzo es con Enzo, no con vos, Mar. —Aclaró, acercándose a mí. —Él sabe porque lo hice, si querés saber que te lo diga él pero no te debería importar.

RECUERDO. | JULIAN ÁLVAREZ, ENZO FERNÁNDEZ.Where stories live. Discover now